Rajoy y Rivera acuerdan pedir a la UE que rebaje el objetivo de déficit público

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

El presidente del Gobierno se suma a la postura de Ciudadanos -también defendida por el PSOE- y reclamará que se flexibilicen las exigencias de déficit para España. Propone pactos nacionales en economía, fiscalidad, Estado del Bienestar, educación y fortalecimiento de las instituciones.

Habrá entente común para pedir a Bruselas que flexibilice la senda de reducción del déficit público. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confirmado hoy que así lo reclamarán él y su partido, sumándose a una postura ya defendida por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Ciudadanos, Albert Rivera. Rajoy se lo ha comunicado personalmente a este último en una reunión en el Congreso que se ha prolongado por espacio de hora y media.

España tiene que dejar el déficit en el 2,8% en 2016; PSOE y C’s quieren un año más de plazo para cumplirlo

El objetivo de déficit público está fijado en el 2,8% para el cierre de este año. PSOE y C’s coinciden en pedir que se marque en el 3% para 2017, cosa que sería muy difícil de lograr sin el apoyo del PP. Habrá «posición de Estado, de país» al respecto, ha anunciado Rivera. El presidente ha sido más contenido en el anuncio y se ha limitado a recordar que ya en 2012 logró que se rebajaran las exigencias de la UE, España «cumplió» y por eso ahora goza de más crédito internacional. Una nueva flexibilización dejaría al país margen de maniobra y evitaría nuevos recortes y subidas de impuestos, como ha remarcado el presidente de Ciudadanos.

Ambos líderes han acordado seguir negociando a partir de la semana que viene, con independencia de los avances que Sánchez pueda lograr en su búsqueda de apoyos para la investidura. «Hay una voluntad de reunirse», ha dicho Rajoy, pero dependerá de los tiempos que marque el presidente del Congreso, Patxi López, encargado de fijar la sesión en que el líder del PSOE pedirá la confianza de la Cámara. Si esos tiempos lo permiten, equipos de PP y Ciudadanos buscarán «puntos en común», ha corroborado Rivera, que mantendrá en paralelo negociaciones con el socialismo.

Especial énfasis ha puesto en asegurar que aún no se han alcanzado pactos con Sánchez, pese a la sintonía encontrada en asuntos capitales, por lo que no le ha pedido a Rajoy apoyo a esa vía aún inexistente. Tampoco el jefe del Ejecutivo ha reclamado los votos naranjas, pues ni siquiera está postulado para la investidura, como ha subrayado.

Intercambio de propuestas

Uno y otro han intercambiado documentos con sus prioridades para la legislatura. Las de C’s eran públicas desde hace días, mientras que el presidente del Gobierno se las ha hecho llegar hoy al líder naranja y también al socialista, con quien se verá mañana a las 17h. Van en la línea de lo declarado ayer ante sus senadores: propone pactos nacionales en economía, fiscalidad, Estado del Bienestar, educación y fortalecimiento de las instituciones. Sería la hoja de ruta de ese Ejecutivo aupado por PP, PSOE y Ciudadanos que Rajoy sigue defendiendo para dar estabilidad y apuntalar la recuperación.

Rajoy se compromete a revisar aforamientos, indultos y sistema electoral para perseguir la corrupción

El líder popular ha incidido en que su documento es «para acordar» y no como el de «otros», en clara referencia a Sánchez. Una vez más, ha subrayado la falta de compromiso del PSOE con la «unidad nacional», que «está amenazada» y no merece gran atención por parte de quien quiere presidir el Gobierno. El intento de ganarse a C’s y alejarle del voto a favor de Sánchez se hace evidente.

En la misma línea aparece el compromiso por la transparencia y contra la corrupción. Para Rivera es una «condición fundamental» que se impulse un pacto de Estado en ese sentido, medida que Rajoy incluye en su documento dentro del acuerdo para fortalecer las instituciones.

El PP propone reforzar «la prevención y la sanción de las conductas contrarias al interés general y a la ética pública», recogiendo propuestas como la agilización de la respuesta penal a los casos de corrupción, la reforma del régimen de aforamientos, la revisión de los indultos y una reforma electoral que pone el foco en el régimen local, donde Rajoy quiere facilitar que se respete la «voluntad mayoritaria» de los ciudadanos y que gobierne el candidato más votado.

Ciudadanos planea ir más allá y provocar el «pinchazo de la burbuja política» eliminando entes públicos y duplicidades. Tanto PP como PSOE están aún lejos de fusionar municipios, eliminar el Senado y acabar con las Diputaciones, pero la senda está marcada. También hay consonancia en la política territorial, aunque Rajoy critique la tibieza de Sánchez ante el independentismo y alerte de que podría ser presidente con sus votos.

Rivera considera que las posturas de los tres son equivalentes pero exige, como el PP, que el referéndum nunca se ponga sobre la mesa y que tal compromiso aparezca escrito en cualquier acuerdo de Gobierno. Esta línea roja podría marcar el devenir de las conversaciones con un Sánchez que sigue buscando el aval de partidarios de la autodeterminación (Podemos, IU, PNV y Compromís).

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