El expresidente de Bankia Rodrigo Rato, que declara este viernes ante el juzgado nº 31 de Madrid para aclarar el origen de su fortuna, ha sido increpado y zarandeado por un pequeño grupo de preferentistas a su llegada a los juzgados de la Plaza de Castilla.
A su llegada a los juzgados, donde ha entrado caminando por la puerta principal, el exvicepresidente del Gobierno ha sido increpado por un grupo de preferentistas, uno de los cuáles ha sufrido un traspiés sin consecuencias.
Acusado de varios delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares, el exdirector gerente del FMI declara este viernes junto al abogado Domingo Plazas, quien fuera administrador de Kradonara 2001, empresa considerada epicentro del entramado societario del expresidente de Bankia.
El juez investiga los movimientos de capitales ejecutados por esta empresa que recibió del extranjero 6,5 millones de euros, de los que algo más de 3 millones los obtuvo a través de Vivaway, firma constituida en el Reino Unido pero administrada desde el paraíso fiscal de Guernsey. El titular del juzgado de instrucción nº 31, Antonio Serrano-Arnal, ha citado además a otros dos investigados y a otros tantos testigos cuya identidad se desconoce, en la instrucción de esta pieza separada del caso Rato.
Será la tercera vez que Rato comparece en los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid en relación con este procedimiento, después de que ya lo hiciera el 22 de julio del pasado año, cuando se negó a contestar a las preguntas del magistrado hasta conocer en detalle a qué acusaciones se enfrentaba, y la prestaba el 7 de octubre, cuando sí accedió a declarar.
En esta última ocasión, el magistrado ordenó la retirada del pasaporte del expresidente de Bankia, que aseguró en el interrogatorio que todos los bienes que ha tenido en el extranjero «tienen origen familiar» y han sido declarados «voluntariamente» a la Hacienda pública española.