El gigante del bajo coste vuelve a crecer con fuerza en España. Su objetivo para 2016: aumentar vuelos y pasajeros otro 10% y consolidar así el liderazgo nacional que alcanzó hace ya un lustro. La aerolínea celebra que AENA ahora congele las tasas, tras años de subidas. Pero avisa al gestor de los aeropuertos, y al nuevo Gobierno, de que deberían darse cuenta de que “España es más que Madrid y Barcelona”, que para crear empleo hay que impulsar otros destinos regionales, y que en la lucha con otros aeropuertos europeos no subir las tasas (o bajarlas selectivamente) será crucial…
Ryanair lanzó hace tres años un órdago en toda regla a Aena. El gestor de los aeropuertos españoles, en un intento de cuadrar las cuentas en plena crisis y caída de la demanda, aprobó entonces una fuerte subida de las tasas que cobra a las aerolíneas. La respuesta de Ryanair fue un drástico recorte de su actividad en España, con cierre de rutas y eliminación de frecuencias. Y el resultado fue un descenso de sus pasajeros (y los del conjunto del sector) en 2013 y también levemente en 2014.
AENA ahora apuesta por la congelación de tasas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha obligado al gestor –tras una dura pugna, tribunales incluidos- a bajar las tarifas un 1,9% y AENA pretende mantenerlas en ese nivel hasta 2021. Con este nuevo escenario, Ryanair el año pasado retomó su clara apuesta por España y potenció su expansión en el mercado patrio, lo que se tradujo en un fuerte incremento del 11,3% de sus pasajeros, hasta los 30,4 millones de viajeros con origen o destino en los aeropuertos españoles.
Ryanair se ha rearmado con nuevas conexiones y más vuelos en los aeropuertos españoles, y ha colocado a España como uno de sus grandes polos de expansión para los próximos años. Los planes de la compañía pasan por controlar en cinco años entre un 20% y un 25% de todo el tráfico en España, desde la cuota de cerca del 18% con que cuenta actualmente. Y reforzará así el liderazgo en el mercado español al que se encaramó en 2010, desbancando a la antaño todopoderosa Iberia.
El objetivo que se ha marcado Ryanair para este año es elevar su oferta de vuelos y también su cifra de pasajeros en torno a otro 10% en España (con crecimientos mayores, de en torno al 15%, en Barajas y El Prat), según ha desvelado en una rueda de prensa en Madrid David O’Brien, director comercial de la aerolínea irlandesa. La compañía, que inició sus operaciones en España en 2002 con un primer vuelo entre Girona y Fráncfort, supera ya las 500 rutas en el mercado nacional, está presente en 25 aeropuertos españoles y cuenta con 13 bases operativas (tras la apertura de las de Ibiza y Santiago de Compostela).
Y en esta apuesta por España, el nivel de tasas aeroportuarias que marque AENA sigue siendo un factor crucial para Ryanair. “Celebramos la decisión de AENA de congelar sus tarifas, porque eso nos permite continuar con nuestra política de expansión en España”, ha señalado O’Brien. Pero Ryanair sigue detectando áreas en la que la gestión de AENA, ahora parcialmente privatizada, es netamente mejorable… al menos para los intereses de la propia aerolínea, claro.
“AENA está más preocupada por los intereses de sus accionistas que por impulsar el turismo en España. Lo entendemos, pero no lo compartimos. Las decisiones que se adoptan por un gestor de aeropuertos deben tener en cuenta lo mejor para el turismo del país”, sostiene el director comercial de Ryanair. [Los accionistas de AENA, en cualquier caso, deben de estar satisfechos, dado que tras un año en bolsa, las acciones de la compañía se han revalorizado un 65% desde la privatización].
Y es que desde el gigante del ‘low cost’ no se entiende que AENA no trate de potenciar sus aeropuertos, singularmente los de destinos regionales (con rebajas selectivas de tasas, por ejemplo), para competir con otros destinos europeos que están más cerca de los países con mayor potencial de crecimiento en la emisión de viajeros, como Polonia o Hungría.
“Los costes de operar en cada aeropuerto va a ser muy importante para la decisión de las aerolíneas, y también de los pasajeros, para elegir un destino u otro. España está más lejos de los países con mayor crecimiento en viajeros que otros destinos como Grecia. Una hora más de vuelo es muy caro para una aerolínea”, ha apuntado el ejecutivo de la Ryanair. “La política de tasas de AENA debe buscar beneficiar al turismo en España, no sólo a sus accionistas”.
Ryanair se queja de que AENA incentive, con tasas más bajas, sólo los pasajeros de tránsito de Madrid y Barcelona, mientras que no se impulsa otros destinos regionales. “AENA, y el nuevo Gobierno, deben darse cuenta de que España es más que Madrid y Barcelona. El nuevo Gobierno debería tener en cuenta lo importante que es el problema del paro en España y lo importante que es el turismo para reducirlo, sobre todo en los destinos regionales”, dice O’Brien.
Ryanair tradicionalmente venía orientando su actividad a volar preferente a aeropuertos secundarios, aunque desde hace un par de años ha potenciado sus operaciones en aeropuertos principales. Aun así, por su operativa de vuelos punto a punto (que implica no concentrar pasajeros en un puñado de destinos para alimentar otras rutas como hacen las aerolíneas tradicionales), la potenciación y el impulso de destinos diferentes a Madrid y Barcelona resultaría especialmente favorable.
El objetivo que Ryanair ofrecía al Govern balear y al gestor aeroportuario era incrementar en 1,5 millones la cifra de pasajeros en los aeropuertos de las islas, de los que unos 300.000 se concentrarían en la temporada de invierno (cuando el tráfico aéreo en el archipiélago se reduce drásticamente), según ha desvelado David O’Brien, director comercial de Ryanair.
La propuesta de Ryanair no explicaba cómo aplicar ese menor coste de las tasas, pero en principio debía realizarse o directamente mediante una rebaja de las tarifas de AENA para esos nuevos pasajeros o mediante un acuerdo con el Gobierno balear para que costeara parte de las tasas que abona la compañía. La oferta de Ryanair sólo precisaba qué objetivos alcanzar y con qué costes conseguirlos, pero no explicitaba de qué manera aplicar la nueva estructura de costes, según precisan a SABEMOS fuentes de la compañía.
Según la versión de Ryanair, el Gobierno balear respondió al ofrecimiento mostrando su apoyo al objetivo de elevar el tráfico en sus aeropuertos (fundamentalmente en invierno) y expresando su agrado con las medidas, pero remitiéndose a AENA para ejecutar esa fórmula como responsable de la política tarifaria aeroportuaria. Y, por su parte, la dirección de AENA comunicó a la aerolínea irlandesa que el foro para abordar eventuales cambios tarifarios era la mesa de negociación que tiene abierta con las asociaciones de aerolíneas que operan en España.