- El líder socialista y el presidente del Gobierno en funciones se reúnen durante 55 minutos sin avanzar ni un milímetro hacia el entendimiento.
- Rajoy propone crear cuatro comisiones sectoriales para negociar un programa, pero el PSOE se niega a entablar ese diálogo con su «alternativa» y le emplaza a que busque apoyo en C’s y los nacionalistas.
- El jefe del Ejecutivo vuelve a deslizar que no irá a la investidura si antes no suma los apoyos necesarios.
- Moncloa asume que la reedición electoral está más cerca: «Si el señor Sánchez se mantiene en el no, volveremos a repetir las elecciones».
«La izquierda no va a apoyar a la derecha». El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha ratificado este martes su ‘no’ a Mariano Rajoy y al PP, defendiendo de nuevo que el partido que lidera es «la alternativa» a los populares y por lo tanto no cabe el acuerdo entre ambos. Es lo mismo que lleva diciendo desde la noche electoral: no hay margen para la gran coalición, que ha vuelto a ser la propuesta hecha por el presidente del Gobierno en funciones en la cumbre bilateral que ambos han mantenido en el Congreso. Una propuesta que no se ha acompañado de documento programático alguno, aunque Rajoy lo llevaba preparado, según han explicado fuentes de Moncloa. No ha habido ni ocasión de entrar en detalle.
Sánchez asegura que sale de la entrevista, celebrada por espacio de 55 minutos, «mucho más preocupado» de lo que entró. Y es que el jefe del Ejecutivo no le ha respondido a la pregunta de si se presentará o no a la investidura. El PSOE vuelve a exigirle que lo haga, porque de lo contrario entiende que estaría incumpliendo la Constitución. A ese debate de investidura el PP tendría que llegar con un «acuerdo» con sus potenciales aliados, entre los que no está el socialismo. «Que se pongan de acuerdo las derechas», ha indicado gráficamente antes de pedirle también en público que se presente ante la Cámara para solicitar la confianza de los diputados.
El PSOE no se plantea impulsar una alternativa a Rajoy porque Podemos y Ciudadanos «se siguen vetando»
El líder del PSOE sigue manteniendo que el encargo hecho por los ciudadanos es que su partido asuma la tarea de «hacer oposición» y Rajoy la de buscar apoyos para ser reelegido. Si no lo consigue, es que tiene un «problema», pero no puede esperar que se lo resuelva el antagonista natural y tradicional del PP. Sánchez ha descartado tanto cambiar su hipotético voto sobre la investidura del líder popular –en el PSOE las decisiones se toman «de manera colegiada» y una «mayoría abrumadora» comparte su criterio- como impulsar una alternativa. Esta solo cabría poniendo de acuerdo a Ciudadanos y Podemos, partidos que «se siguen vetando». Cualquier viraje estratégico, en todo caso, deberá abordarse en el Comité Federal, máximo órgano de la formación.
Rajoy, que también ha comparecido tras la cita, ha mostrado su contrariedad por que Sánchez no se haya mostrado «receptivo» ante ninguno de sus planteamientos. «Se ha negado a un acuerdo y a intentarlo», ha lamentado, pese a que él se ha abierto a «negociar» desde el tipo de entendimiento a buscar -Gobierno de coalición o acuerdo solo de colaboración parlamentaria- a las propuestas que contendría tal pacto. El PP está dispuesto a hablar a partir del documento que envió en julio al resto de fuerzas, pero también a estudiar el acuerdo que PSOE y Ciudadanos alcanzaron en febrero, la resolución del Comité Federal socialista de diciembre o cualquier otro tipo de «coincidencias» que pueda haber entre ellos. Lo fundamental, ha dicho Rajoy, es que haya «diálogo».
A su juicio, «es posible y necesario el entendimiento» porque populares y socialistas, además de Ciudadanos, comparten el apoyo al «marco constitucional» y al «acervo comunitario», los dos ejes que vertebran el ordenamiento jurídico español y que marcan las grandes líneas de Estado. El PP propone crear cuatro comisiones negociadoras sectoriales -sobre reformas institucionales, política económica, educación y política social- pero el PSOE no está por la labor de entablar esas conversaciones. «El desacuerdo que el señor Sánchez ofrece es la condición previa para repetir elecciones», ha aseverado el líder popular. ¿Quiere decir eso que ve a la vuelta de la esquina los nuevos comicios? «No quiero verlas más cerca».
Contactos con el resto de fuerzas
Rajoy también ha dicho que continuará los próximos días su ronda de contactos, con Albert Rivera pero también con otras fuerzas políticas que no ha detallado. Desde su entorno han explicado luego que Coalición Canaria y PNV serán citados, sin descartar más audiencias. Lo que no se contempla es intentar un pacto que excluya al PSOE, porque el PP considera que es imposible entenderse con los nacionalistas e independentistas, amén de que no defiende esa vía para garantizar la gobernabilidad. «Si el señor Sánchez se mantiene en el no, volveremos a repetir las elecciones», ha resumido el presidente del Gobierno, «salvo que tenga otra cosa en mente».
Rajoy, sobre la posibilidad de pedir la confianza del Congreso: «La investidura es para formar Gobierno»
Moncloa no entra a valorar la posibilidad de que el PSOE articule una alternativa si Rajoy no avanza hacia la reelección. Se limita a asegurar que «los números dan para mucho pero un Gobierno PSOE-Podemos-CDC-ERC no es lo mejor para España ni desde luego para el Partido Socialista».
Además, Rajoy ha vuelto a insinuar que no irá a la investidura si no logra los apoyos suficientes para salir exitoso del trámite. En línea con lo manifestado la semana pasada y con lo defendido desde entonces por miembros de su partido y su Ejecutivo, el presidente considera que «la investidura es para formar Gobierno» capaz «de tomar decisiones». Sobre la exigencia de Sánchez de que lo haga, ha indicado que «no tiene mucho sentido que demande la investidura quien no quiere colaborar al objetivo de la investidura» y ha reiterado que «lo urgente» ahora es explorar un acuerdo que desbloquee la situación. En esa «operación» de «reblandecimiento» de sus interlocutores es en la que está entregado.
El líder del PP no se pone límites temporales, aunque hablará «pronto» con la presidenta de las Cortes, Ana Pastor, para transmitirle la marcha de sus contactos. Podría ser entonces cuando renunciara a su condición de candidato a la Presidencia del Gobierno, cuestión no prevista en la Constitución y que sumiría a España en una situación inédita. La doctrina sí contempla este extremo, pero sería un movimiento que comprometería al Rey y dificultaría el proceso hacia la disolución de las Cámaras, sumiendo al país en un limbo legal e institucional.