• Los afiliados del PSOE tendrán la última palabra sobre los pactos que su líder alcance con otros partidos para acceder al poder.
• La votación no será vinculante, pero comprometerá al Comité Federal, que será convocado de nuevo cuando haya acuerdo.
• El secretario general se dice dispuesto a negociar con Podemos y Ciudadanos y pide a Rajoy «que abandone toda esperanza» de entenderse con él.
• Los barones críticos logran que el congreso federal se adelante al 22 de mayo.
«Haremos una consulta a la militancia del Partido Socialista». Pedro Sánchez reservaba para el final de su intervención ante el Comité Federal del PSOE el anuncio con que pretende arrogarse la legitimidad definitiva para buscar un pacto que le aúpe a La Moncloa: Cualquier acuerdo de Gobierno será sometido al veredicto de los afiliados.
Advierte a Podemos de que los «sillones» serán lo último a negociar, aunque no cierra la puerta a gobernar en coalición
El líder del PSOE trata así de liberarse de la fiscalización de los barones y tener las manos libres para entablar negociaciones con Podemos y Ciudadanos. Sigue vigente el compromiso de no buscar la aquiescencia del independentismo -«no seré presidente a cualquier precio», ha insistido hoy-, pero la puerta a que Pablo Iglesias sea su vicepresidente ha quedado abierta de par en par. Los «sillones» serán el último de los temas a tratar, asegura, pero en ningún momento ha dicho que vaya a buscar un Ejecutivo en minoría. Ni siquiera ha mostrado su preferencia por gobernar en solitario, como sí hizo hace unos días su número dos, César Luena.
Todas las negociaciones serán en abierto y consultando a la militancia @sanchezcastejon https://t.co/NzFt4n1HpZ
— PSOE (@PSOE) enero 30, 2016
Además, Sánchez ha dejado clara su determinación de buscar un pacto a dos bandas con Podemos y Ciudadanos, aunque sin citar a ninguno de ellos. Tenderá puentes «a izquierda y derecha» y huirá «de los frentes», ha reiterado, en clara referencia al Gobierno de coalición que Iglesias propone conformar junto a PSOE e IU. El líder socialista prefiere el entendimiento con Ciudadanos antes que con Garzón y fuerzas nacionalistas, que es la reivindicación de Podemos.
Negociaciones «en abierto»
Todas las conversaciones, ha añadido, «serán en abierto, con luz y taquígrafos». Ese es el modo con que quiere evidenciar que solo hablará de «programa, programa y programa», ha aseverado copiando una vez más el lema que hizo célebre Julio Anguita. Él no ambiciona el poder por el poder, como muchos le critican, sino «unos ideales que explican por qué me afilié al Partido Socialista». «Me dedico a la política no porque me preocupe mi futuro, sino el de los españoles».
Para lo que no hay ningún margen es para el entendimiento con el PP. Sánchez ha remarcado al inicio de su discurso que en ningún caso buscará un acuerdo para la gran coalición ni permitirá que Mariano Rajoy siga gobernando. Al presidente en funciones se ha dirigido explícitamente para pedirle «que abandone toda esperanza» de llegar a un pacto con el socialismo.
El Comité Federal también deberá validar el hipotético pacto
El secretario general también ha confirmado que el Comité Federal será consultado sobre la hipotética alianza que articule una vez le sea encomendada la «responsabilidad» de intentarlo. Con esta medida, reivindicación del sector más receloso, trata de contentar a todos y que no haya más tensiones internas que le lastren en su intento de llegar a La Moncloa. El Comité se reuniría después de que hablaran las bases, comprometido por la decisión pero no obligatoriamente vinculado.
La secretaría de Organización debe articular ahora el modo en que se convoca la consulta a la militancia, recurso que no aparece en los estatutos. La idea es que se haga al estilo de la que en 2014 preguntó por el sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del partido. El congreso que se celebró después de aquella votación no estaba obligado a asumir la postura de las bases, aunque lo hizo y proclamó a Sánchez. Algo similar ocurriría esta vez con los pactos, viéndose el Comité Federal supeditado al parecer de los casi 197.000 afiliados socialistas. Susana Díaz ya ha saludado la iniciativa, por lo que no se espera contestación interna.
La otra noticia del día llegaba justo antes de su alocución. El próximo congreso federal se celebrará del 20 al 22 de mayo y no del 17 al 19 de junio, como pretendía Ferraz. La firme oposición de los barones más críticos ha hecho rectificar a la dirección y fijar el cónclave antes de unas hipotéticas nuevas elecciones. En esa cita Sánchez tratará de revalidar mandato, está por ver si midiéndose a algún otro candidato del sector crítico o en solitario. Las primarias que precederán al congreso tendrán lugar el 8 de mayo.