Las agencias de calificación vuelven a tomar el pulso de la actualidad. Tras varios meses en el anonimato, las subidas o bajadas de los agentes calificadores vuelven a poner de manifiesto su importancia vital o relativa de sus acciones. El caso de Cataluña deja constancia de la influencia política en la vida económica.
Así, Standard & Poor’s (S&P) ha rebajado la calificación de la deuda y el crédito a largo plazo de Cataluña de ‘BB’ a ‘BB-‘, manteniéndose en grado de ‘bono basura’ y con perspectiva negativa, lo que ha argumentado por la «tensión política» con el Gobierno central.
Por otro lado, la agencia de ‘rating’ ha mantenido la calificación del crédito a corto plazo en ‘B’, ha informado este viernes en un comunicado.
S&P ha argumentado que la modificación a la baja refleja sus previsiones de un incremento de la tensión política entre Cataluña y el Gobierno central después de las elecciones del 27 de septiembre, y muestra el riesgo «de que la buena coordinación de los dos gobiernos para afrontar la deuda de la comunidad se vea comprometida».