Aaron Sorkin hizo de los diálogos un arte en El ala oeste de la Casa Blanca . Creyó que esa extrapolación era posible para Steve Jobs , y el resultado final es una sesión de conversaciones a gritos más propia de ‘Sálvame’ que del backstage de una multinacional como Apple.
Después de la primera revisión biográfica de Steve Jobs en el cine, jOBS, dirigida por Joshua Michael Stern en 2013, muchos tuvieron un regusto amargo. Quedó la sensación de que un personaje tan grande como Steve Jobs se desdibujó por la interpretación de Ashton Kutcher.
Un par de años después, y con Michael Fassbender para siluetear la figura de Jobs, todos pensaban que el resultado sería distinto. Después de ver la película con atención, puede que sea hora de que dejen en paz la figura de Steve Jobs, puesto que nadie sabe dar con la tecla para hacer algo en condiciones.
Dos ojos se pueden equivocar, que lo hagan cuatro empieza a ser extraño. Y es que la dinámica de Steve Jobs es rara. Por eso, después de las primeras dos conversaciones a gritos entre el ex CEO de Apple y sus interlocutores, mi acompañante en el cine me miro con extrañeza ante lo que estábamos viendo.
La película se desarrolla en varios momentos clave sobre las principales presentaciones de productos de Apple. Mejor dicho, se desarrolla justo en los momentos previos (entre bambalinas y backstage). Se trata de una serie de conversaciones con la madre de la supuesta hija de Jobs, Steve Wozniak, John Sculley y otros tantos personajes satélite en la vida de Steve Jobs.
Conversaciones densas, con muchas voces, palabras malsonantes. Pretenden ser diálogos que bucean en la personalidad de Steve Jobs. Una personalidad exagerada, un carácter de genio introvertido, de personaje turbio. El planteamiento está claro: quiere dar un tufo académico para pillar algo en los Oscars. Todo lo que ocurre después es un extraño redoble de gruñidos, gritos y reproches que aburren al espectador.
Olisqueando lo que había en la sala del cine, el aroma a incomprensión lo llenaba todo. ¡Pero esto qué es! Tras la cuarta conversación, atropellada, dejando claro que Steve Jobs es un villano hijo de perra que odia a todo el mundo, o se compadece de ellos según la ocasión, uno ya no sabe dónde meterse. Solo desea que se cumplan las dos horas y acabe el suplicio.
Después de la película llega el turno para mirar las críticas. Todas se encaminan hacia un Fassbender “pletórico”, unos diálogos “con pasión”… y diversos actos pelotilleros. Un servidor se conformaría con recuperar las dos horas perdidas viendo Steve Jobs.
Steve Jobs
2015
121 min.
Dirección: Danny Boyle
Reparto: Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels, Katherine Waterston