‘Suits’: una serie de gente rica, guapa y sin escrúpulos

Hay buenas noticias para los seguidores de Suits: el próximo 13 de julio comienza a emitirse la 6ª temporada. Por lo tanto, hay tiempo para ver las cinco primeras desde el capítulo uno y ponerse al día. ¿Pero merece la pena?

Para no andar con spoilers de los que cabrean, sobre Suits se puede decir que es una serie de abogados. Guapos, de los que siempre ganan y que cuando hacen cosas malas les perdonamos.

Suits se traduce al castellano como “trajes”. Y esa es su esencia. Más que el subtítulo que le añadieron de La clave del éxito. Que también podría valer, pero el guiño hacia la importancia de la ropa, el estilo y la elegancia son los trajes. Buscan reafirmar las antípodas del abogado de oficio, el fiscal feo y rodeado de papeles. Suits transcurre en un bufete de abogados que solo contrata gente de Harvard.

Eso es Suits. La historia del abogado novato Mike Ross, que tiene una compleja historia detrás, y que junto al tiburón Harvey Specter campan a sus anchas por Nueva York. Abogados capaces de retorcer la ley con tal de conseguir sus objetivos, pero siempre con el corazoncito por delante. Sobre esa base, la serie ha desarrollado 5 temporadas con una intensidad notable.

Al margen de la idea frívola que ofrece la serie, el guion tiene diálogos muy sorkianos al estilo El ala Oeste. Conversaciones por los pasillos, salidas y entradas en los despachos, y tensión dialéctica. Mucha tensión y grandilocuencia en los casos.

¿Por qué ver ‘Suits’?

No he visto muchas series de abogados, por lo que tampoco puedo comparar, pero el tratamiento legal que llevan a cabo en los casos me parece bastante profundo. Eso, lógicamente, lo mezclan con la sal de la vida: el sexo. Y más aún, un sexo contenido por el ego y el éxito.

La trama de Suits se centra en Mike Ross. [No contaremos nada por el asunto spoiler]. Cada capítulo resuelve un par de casos y ahí acaba. Aunque hay una trama transversal durante toda la serie.

Los dos protagonistas, Patrick J. Adams y Gabriel Macht, son unos secundarios en la industria. No serán recordados por otra serie o película, pero en Suits caen sus personajes de manera perfecta. Han encontrado una química ideal. Sobre las protagonistas femeninas, cae el mismo cliché de mujer triunfadora con vestidos de 1.000 dólares que no tiene miedo de los hombres. Destaca la eterna sonrisa de Meghan Markle, por la cual merece ver 5 temporadas aunque no te guste la serie.

La conclusión es que merece la pena. Quien no la haya visto puede ponerse al día. En un par de meses están de vuelta, y siempre viene bien conocer temas legales. Aunque sean mentira.

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