Los fabricantes ferroviarios radicados en España (CAF, Alstom, Siemens, Talgo y Bombardier) han manifestado su disposición a competir por el suministro a Renfe de treinta nuevos trenes de Alta Velocidad (AVE) y su posterior mantenimiento, un contrato que asciende a 2.642 millones de euros.
Las compañías ratificaron su interés por este pedido, el primero que lanza en España en la última década, y que Renfe prevé sacar a concurso esta misma semana, según ha informado la agencia Europa Press.
A la competición por este ‘megacontrato’ se podrían sumar otros fabricantes internacionales, dado que, aunque el concurso primará el hecho de fabricar parte del pedido en España, la producción local no será una condición imprescindible para participar.
Con la consecución de este ‘megacontrato’, las firmas con instalaciones en el país reforzarían la carga de trabajo de sus plantas con un pedido nacional, tras pasar años centradas en la exportación, en la producción de trenes y otros sistemas ferroviarios para otros países, según indicaron a Europa Press en fuentes del sector.
El contrato que Renfe licita esta semana contempla el suministro de manera inmediata de quince nuevos trenes AVE con capacidad para circular a 320 kilómetros por hora, y un pedido opcional de quince trenes más que la operadora irá solicitando por lotes de cinco unidades en función de sus necesidades.
La compañía podrá solicitar estos vehículos adicionales hasta 2020 y pedir que cuenten con rodadura desplazable, para que puedan así realizar trayectos que combinen la circulación por vías de Alta Velocidad y convencionales.
El importe total del ‘megacontrato’ de 2.642 millones contempla el suministro de todos los treinta trenes y el coste de su posterior mantenimiento durante el periodo máximo de cuarenta años que contemplará el contrato.
TODO A UN SOLO FABRICANTE
Renfe prevé adjudicar todo el pedido a un sólo fabricante, previsiblemente en mayo de 2016, con el fin de empezar a contar con los nuevos trenes a partir de 2018.
Una vez que esta semana se publiquen los pliegos de contrato, la empresa abrirá un plazo de preclasificación, en el que las empresas interesadas comunicarán su voluntad de participar y, posteriormente, se abrirá otro periodo para que las firmas ya clasificadas presenten sus respectivas ofertas y modelos de trenes.
Renfe busca un tren capaz de circular a 320 kilómetros por hora y de transportar a un mínimo de 400 viajeros. Además, deberá contar con las instalaciones necesarias para ofrecer el servicio ‘wifi’ a bordo que la empresa está implementando en su actual parque.
Con este suministro, la operadora pública pretende contar con una flota de trenes adecuada ante su previsión de que la demanda de viajeros de AVE, que este año sumará unos 30 millones de viajeros, se doblará en los próximos ejercicios, en paralelo a la puesta en servicio de nuevas líneas. También quiere prepararse ante la competencia, ante la próxima apertura del mercado a otros operadores.