La unión hace la fuerza. Eso piensan los taxistas españoles que han marchado a la capital portuguesa a protestar contra Uber. A fin de cuentas, lo que sucede en cualquier mercado europeo puede reproducirse en todos los países. De ahí que los taxistas prosigan su lucha.
En concreto, cientos de taxistas portugueses han iniciado una marcha contra la anunciada legalización de plataformas de transporte colaborativas como Uber por el centro de Lisboa, donde están acompañados por varios colegas españoles y son vigilados por un amplio despliegue policial.
La caravana incluye varios vehículos que portan la bandera de España, desde donde se han desplazado en solidaridad con sus colegas lusos representantes del sector en Madrid (Fedetaxi) y Barcelona (STAC).
El presidente de Fedetaxi, Miguel Ángel Leal, que participa en la marcha, subrayó en su cuenta de twitter que los taxistas no van a «permitir» que «plataformas de falsa economía productiva» les «arruinen», en alusión a la estadounidense Uber o la española Cabify.
La marcha, que está previsto que concluya en la sede del Parlamento, se ha dirigido en primer lugar al aeropuerto, donde se han producido algunas escenas de tensión entre taxistas y algunas personas que estaban en el lugar, sin consecuencias.
Los taxistas lusos protestan por la normativa que el Gobierno espera aprobar este mes para legalizar la actividad de estas plataformas, que pasarán a ser consideradas «prestadoras de servicios de tecnología».
Esto implica que, sin contar con los beneficios fiscales a los que tienen acceso los taxistas, podrán operar con permiso previo del regulador de transportes, además de que estarán obligados a tener sede o representante legal en Portugal y emitir factura electrónica.