Telefónica ha vendido una participación del 1,51% en el segundo proveedor chino de telecomunicaciones, China Unicom, por 322 millones de euros. ¿El objetivo? Reducir deuda. Un propósito que estaría mucho más encaminado de no ser por las limitaciones impuestas por Bruselas para vender O2 a Hutchinson.
Se trata de un paso más en un camino que comenzó hace un lustro, en 2011, cuando la española llegó a controlar cerca del 10% del grupo chino. A partir de ahí, dos ventas sucesivas, en 2012 un 4,5% por 1.142 millones de euros, y en 2014 un 2,5% por 6,87 millones. A Telefónica le restaría un 1% en el grupo oriental.
Como en ocasiones anteriores, subrayó que mantendrá la alianza estratégica con el gigante chino, con el que acaba de llegar a un acuerdo para vender servicios de big data de forma conjunta.