Viernes 13. Un día como otro cualquiera…o no. Alrededor de esta fecha que de vez en cuando se deja ver por los calendarios se ha generado una leyenda de superstición y miedo. ¿Qué base de realidad tiene este día con tan mala suerte?
La maldición de los templarios
De todas las leyendas e historias que han marcado al viernes 13 como un día de mala suerte, esta es la más antigua. Todo comenzaba el viernes 13 de octubre de 1307, cuando el monarca francés Felipe IV dio inicio a las persecuciones de caballeros templarios.
La Orden de los Caballeros Templarios se había convertido en el principal prestamista de la Corona de Francia gracias a su poderío económico. A Felipe IV esto no le hacía demasiada gracia y se dio cuenta de lo molestos que le resultaban los templarios. A falta de los Assassins, decidió contar con el Papa Clemente V.
El rey francés convenció al Papa para que iniciara una brutal persecución contra los caballeros templarios. Para hacerlo bien, les acusaron de un poco de todo: herejía, sacrilegio a la cruz, sodomía, ritos heréticos y adoración a ídolos paganos. Fue así que se preparó una auténtica conspiración: la noche del jueves 12 llegaron a todos los rincones de Francia pliegos en los que se ordenaba la captura de todos los templarios y la confiscación de sus bienes. Esa misma noche, el gran maestre Jaques de Molay era encarcelado.
Después de torturas y unas cuantas irregularidades judiciales, la Inquisición decidió condenar a Molay y a otros tres destacados miembros de la orden a cadena perpetua. Una condena que no cumplirían, pues los templarios fueron llevados a la hoguera en la Isla de los Judíos, en el Sena.
Y aquí es donde llega la leyenda, porque se dice que mientras las llamas consumían a Jaques de Molay, el último gran maestre templario lanzó una maldición contra los que le habían condenado. «No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia». Verdad o mito, en menos de un año Clemente V y Felipe IV murieron.
Thomas Lawson, el corredor de bolsa
Thomas Lawson fue un millonario de Boston de finales de siglo XIX y principios del XX que puede presumir de haberle puesto su nombre al único barco del mundo con siete mástiles, que por cierto acabó naufragando. El empresario estadounidense era un conocido corredor de Bolsa al que también le gustaba escribir. Una de sus publicaciones llevaba por título Viernes, el XIII.
Este libro, publicado en 1907, cuenta la historia de un broker que se dedica a provocar subidas y caídas en el mercado bursátil a placer para vengarse de sus enemigos. En este oscuro relato, el protagonista utiliza el viernes 13 como fecha para generar miedo en sus rivales de la bolsa, muchos de los cuales acaban en la ruina.
The Thirteen Club
El viernes 13 de enero de 1882, el capitán William Fowler fundó The Thirteen Club en su restaurante de Nueva York. El Cottage Knickerbocker, situado en la sexta avenida de Manhattan, se convirtió desde entonces en el centro de reunión de este peculiar club.
Los 13 caballeros que integraban The Thirteen Club se reunían para demostrar lo absurdo de las supersticiones y consideraban que era necesario erradicarlas. Además, declararon que no tenía sentido pensar que el viernes atraía la mala suerte. Su lema era «Morituri te salutamus»
¿Y qué hacían? Se reunían el día 13 de cada mes para pasar por debajo de escaleras, derramar sal y romper espejos, entre otras prácticas para burlarse de la mala suerte. El primer objetivo del club fue cenar sin que ninguno de los 13 comensales falleciera. Lo superaron.
Entre las hazañas más destacadas del club del 13 se encuentra el llamamiento que realizó al presidente de los Estados Unidos. En él, solicitaban al presidente, gobernadores y jueces que las ejecuciones no siempre se realizaran en viernes y que se escogieran otros días para llevaras a cabo. De esta forma, pretendían quitarle misticismo a un día marcado por la superstición en la tradición inglesa.
Friday the 13th: alimentando la leyenda
Considerada como película de culto de terror, en 1980 llegaba la primera entrega del asesino Jason Voorhees y, cómo no, se estrenó un 13 de junio. Las historias de terror alrededor del campamento Crystal Lake han teñido aún más de negro el viernes 13, un día tan normal como cualquier otro. Salvo que se demuestre lo contrario.