- «Juventudes Socialistas ha perdido afiliados más por la crisis que por falta de sintonía, pero hemos aguantado bien, rondamos los 20.000 miembros».
- «Los recortes de esta legislatura -menos becas y más tasas- han provocado situaciones que creíamos haber dejado atrás hace 30 años».
- «La gente de mi generación, que llevó a Zapatero a La Moncloa gritándole “no nos falles”, se sintió defraudada, lo tiene muy presente y nos va a costar mucho lograr que vuelvan a confiar en el PSOE».
- «Fue un error la reforma exprés de la Constitución de 2011 y ahora lo es no defender con más contundencia la derogación de toda la reforma laboral del PP».
Forma parte de la generación que más desapego muestra hacia el PSOE. Un nicho del electorado que abraza mayoritariamente a Podemos y no ve en el socialismo un proyecto ilusionante. Marcelino ‘Nino’ Torre (Sotrondio, Asturias, 1984) lo sabe y lo asume, desarrolla un discurso muy autocrítico para explicarlo y asegura que el principal reto de su partido es precisamente ese: volver a conquistar a los jóvenes que hace no tanto fueron cruciales para que Zapatero ganara por dos veces las elecciones generales. Con apenas 32 años, Torre compagina la secretaría general de Juventudes Socialistas de España con su escaño en la Junta General del Principado de Asturias. Se afilió a JSE en 1998, cuando los socialistas vivían también un momento delicado, tras la victoria de Aznar y la dimisión de González. Cuatro años después, se afilió también al PSOE y ahí sigue, batallando para que su formación vuelva a ser lo que fue, un actor imprescindible para la vertebración social de España y la consolidación de la democracia.
Para empezar, cuéntenos cómo se estructura Juventudes Socialistas y qué nivel de implantación tiene actualmente.
Tenemos unos 13.000 o 14.000 militantes en toda España, al frente de los cuales hay una dirección federal y luego las Ejecutivas de cada federación, en las distintas comunidades autónomas. Por debajo están las direcciones provinciales y las agrupaciones locales [estas últimas, según explicará después JSE, son en total 1.237]. Hay cuatro estructuras, cada una con su secretario general y su organigrama. Todo ello sin contar a las Juventudes Socialistas de Cataluña, que son independientes y computan aparte.
¿Han notado un descenso de la afiliación en los últimos años, como ha ocurrido en el PSOE?
Sí se ha notado descenso, producto de la crisis económica también. Más allá de bajas de militantes que se van diciendo “no estoy de acuerdo con el PSOE y lo dejo”, hemos notado impagos de la cuota de afiliación. La falta de recursos económicos para poder pagar la cuota ha sido un motivo tan o más importante que la pérdida de sintonía con el partido. Y es cierto que en los últimos cuatro o cinco años ha habido bajas, pero creemos que hemos aguantado bien el tirón, no hemos perdido en exceso.
¿Todos los militantes de Juventudes pagan cuota?
Sí. En nuestra asociación no hay trampa ni cartón: todos los militantes pagan su cuota, son militantes reales, no tenemos censos inflados, ni gente que se inscribió en su día y nunca más se supo de ellos. Se cierra el censo cada tres meses, una vez al año se paga la cuota y quienes no pagan directamente se van del censo. Luego está el censo de simpatizantes, con los inscritos que tienen entre 14 y 16 años -que no pagan cuota- y los que teniendo más edad tampoco pagan. Eso elevaría la afiliación total hasta los 20.000 más o menos. [19.741 en concreto, apuntaría posteriormente JSE].
Y es una militancia independiente a la del PSOE.
Efectivamente. Militar en Juventudes no implica militar en el PSOE, al contrario de lo que ocurre con Nuevas Generaciones y el PP. Aquí si quieres afiliarte a los dos, puedes hacerlo, pero no por meterte en la primera pasas a formar parte también de la segunda. Tenemos autonomía en militancia, estatutos propios, sede diferente, un programa político también con sus propios matices… NNGG es más bien un departamento de juventud dentro del PP. No tienen nuestra autonomía de recursos, estructura y organización.
Podemos y Ciudadanos aseguran que tanto JSE como NNGG son más un obstáculo para la participación política de los jóvenes que un catalizador.
Pues no lo comparto para nada. Los secretarios generales de Juventudes somos miembros natos de las direcciones del partido, yo formo arte de la Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez, el secretario general de Extremadura forma parte de la Ejecutiva de Fernández Vara y así hasta las agrupaciones locales. En todas las direcciones políticas del PSOE siempre hay un miembro de Juventudes para trasladar la opinión de la asociación. Así se garantiza la presencia de los jóvenes en la primera línea. Los que no tienen este mecanismo, como Ciudadanos, se encuentran con direcciones en algún sitio donde todos los miembros tienen más de 30 o 40 años. Lo mismo con el Comité Federal, los Comités Regionales o los Provinciales. Juventudes tiene siempre una delegación y también en los Congresos.
¿Qué importancia le da JSE a la formación de sus miembros?
Esto es una escuela de formación en la que adquieres mucha experiencia, conocimientos para luego también dar el salto al partido. Una organización juvenil es algo positivo, y en nuestro caso con esa autonomía que he explicado, que permite trabajar de una manera cómoda. Hacemos dos o tres escuelas de formación al año por regla general. Una en verano y otra en invierno por lo menos. Son de viernes a domingo y abordan algún asunto de actualidad -empleo juvenil, educación pública, medio ambiente…- y tratamos de combinarlo con cursos más técnicos de lo que es la actividad política -comunicación política, oratoria, derecho parlamentario…- y una tercera pata sería la historia del partido, el pensamiento ideológico. Hablamos de una organización que tiene 110 años de historia, siempre es positivo recordar nuestra historia, nuestros hitos y nuestros referentes.
Y también solemos hacer foros institucionales. Una de nuestras grandes fortalezas es que tenemos decenas de alcaldes en toda España, once diputados autonómicos, numerosos diputados provinciales, concejales… Todos esos cargos públicos jóvenes una vez o dos al año los reunimos, hacemos unas jornadas de trabajo en fin de semana y allí se pone en común el trabajo y la gestión de cada uno. Se toman ideas de lo que hacen otros compañeros, una lluvia de ideas de la que todos nos nutrimos y a todos nos viene bien.
¿Cuáles diría que son actualmente los principales problemas de la juventud española?
Si hablamos de los que tienen entre 18 y 23 años, la educación pública. Los recortes que hemos vivido en esta última legislatura por partida doble: recortes en becas y subida de las tasas una media del 25%. Esto ha provocado situaciones que creíamos haber dejado atrás hace 30 años: jóvenes que vienen del mundo rural o de familias más humildes tienen dificultades para costearse los estudios universitarios. Supone que mucha gente se ha tenido que coger menos asignaturas por año, acaba más tarde la carrera y luego no puede competir con los de su generación que acabaron dos años antes porque sí tenían recursos.
Y a partir de los 24 o 25 años el gran problema es el desempleo juvenil. Lleva a la tercera problemática, lo que nosotros llamamos el exilio económico. Todos esos cientos de miles de jóvenes que han tenido que abandonar el país los últimos cuatro años para buscar un empleo, en busca de un futuro mejor.
¿Y cree que esos problemas son prioritarios para el PSOE y están bien atendidos en el programa electoral de Pedro Sánchez?
Sí, sí que lo son. Llevamos en el programa electoral en materia de educación pública establecer las becas como un derecho básico de ciudadanía, para que en este país ningún joven se tenga que ver obligado a abandonar sus estudios por falta de recursos. También aumentar las partidas de los presupuestos generales en materia de educación. En cuanto al exilio económico, llevamos la puesta en marcha con carácter inmediato de un plan de retorno vía subvenciones, deducciones fiscales a las empresas, bonificaciones a la contratación de jóvenes que tuvieron que emigrar para obtener un trabajo. Así que desde Juventudes Socialistas estamos muy satisfechos con el programa que lleva el PSOE en estas elecciones, sí.
El apoyo a los partidos tradicionales entre los jóvenes ha caído en picado en los últimos años. ¿Por qué cree que el PSOE ha dejado de conectar o conecta peor con ellos?
Sin lugar a dudas, la franja en la que peor está el Partido Socialista es la horquilla de los que tienen entre 25 y 34 años. Esa es la peor de todas, mi generación, en la que estamos muy mal. Y aquí yo haría una reflexión general y otra más particular. La general vale para el retroceso global que hemos vivido, y es que España ha sufrido la peor crisis en muchos años, una crisis que empezó siendo financiera y que se llevó todo por delante. Y los socialistas hemos gobernado dos tercios de la democracia, así que es normal que en un contexto en el que la gente lo está pasando mal, tiene dificultades, echa números para llegar a fin de mes, se quedan en el paro, etcétera, responsabilicen a los socialistas y los penalicen. Es que hemos gobernado mucho tiempo y hasta hace cuatro días.
Con carácter particular, sobre los jóvenes hay dos factores que influyen: el desempleo juvenil y la precariedad. Y luego lo que yo llamo la ruptura de la promesa de futuro. Yo pertenezco a una generación a la que se dijo que se iba a comer el mundo, hemos sacado en muchos casos una carrera, un máster, aprendido idiomas y luego nos encontramos que no tenemos oportunidades más allá de contratos en prácticas, contratos precarios y sin estabilidad ninguna. Al tiempo, vas teniendo una edad, no puedes emanciparte y no vislumbras un futuro mejor. Ese enfado se dirige hacia el que gobernaba, que era el Partido Socialista. El recuerdo ZP es un factor muy importante, somos la generación que votó a Zapatero, que lo llevamos a La Moncloa gritándole “no nos falles”. Mucha gente se sintió defraudada, lo tiene muy presente y nos va a costar mucho lograr que vuelvan a confiar en el PSOE. Ese es el reto que tenemos.
A menudo se dice que los jóvenes de un partido son los que deben actuar de Pepito Grillo, vigilando que los dirigentes no se desvíen del ideario o, al gobernar, el pragmatismo los lleve a descuidar ciertos principios o esencias…
Sí, yo también creo que debe ser así.
Si tuviera que decir algo que ha hecho especialmente mal el PSOE, en el pasado o en el presente, ¿qué diría?
Pues diré una cosa del pasado y otra del presente. Nosotros defendemos una reforma constitucional para adaptar la Carta Magna a los nuevos tiempos, creemos en ello y lo vemos necesario, por complejo que sea el proceso. Pues bien, en pleno mes de agosto de 2011, en una mañana hicimos una reforma exprés pactada con el PP para reformar el 135 sin consultarlo a los ciudadanos. Fue un error grave que en Juventudes denunciamos en su día. Y ahora, en el presente, decimos que vamos a derogar la reforma laboral pero luego llegamos a un pacto con Ciudadanos donde no se recoge expresamente eso. La gente no acaba de ver con claridad en el PSOE si va a derogar toda la reforma laboral o una parte, tenemos que tener un discurso más nítido ahí, ser más contundentes.
Imagen: Flickr del PSOE.