Estamos ante dos estilos de inversión completamente diferentes. De hecho, muchos defensores del estilo value critican el trading de corto plazo como un estilo de inversión fiable, ya que alegan que el trading es pura especulación y no está basado en nada empírico, sólo en movimientos y oscilaciones aleatorias del mercado.
Afirman que el ruido y la volatilidad provocada durante la sesión es prácticamente imposible basarse en un criterio fiable para entrar al mercado, siendo al fin y al cabo una probabilidad del 50% el saber cómo se va a comportar el mercado durante los próximos minutos u horas.
En teoría podría tener cierto sentido el pensar que es muy difícil operar en el intradía y tener un porcentaje alto de acierto en las operaciones cotidianas. En parte, los defensores del value tienen algo de razón, pues la dificultad de predecir el comportamiento futuro de las bolsas aumenta según se reduce el horizonte temporal o periodo de tiempo en el que estamos operando.
Debemos decir que son estilos completamente diferentes y que al igual que existen diferentes formas de operar en el mercado, cualquier forma de hacerlo puede darse por válida, ya que lo importante es estar especializado en un estilo concreto.
De hecho, en mi opinión, existiría un estilo de inversión intermedio que sería sin lugar a dudas el más complicado de trabajar. El fundamento radica en que la posibilidad de conseguir rentabilidad adicional es más sencillo una vez que te acercas a los extremos de los horizontes temporales.
Esto se puede traducir pensando que puedes generar alpha invirtiendo en un largo plazo en compañías cuyo precio está bastante por debajo de su precio objetivo y también puedes aprovecharte de la volatilidad haciendo trading en alguna posición intradía, pero lo que hay en medio de estas dos formas de operar es puro ruido, ya que es más complicado saber lo que hará el Ibex dentro de tres días que predecir lo que hará durante la sesión o dentro de dos años.
Daniel García, analista de XTB