En España hay 8,3 millones de personas mayores de 65 años, o lo que es lo mismo, un 18,5% del total de la población de nuestro país. Hace unos 20 años, alcanzar la edad de la jubilación era poco menos que sinónimo de “final de la vida”, o al menos eso nos hacían creer.
En la actualidad, no solo llegamos a esa edad, sino que la superamos y con una calidad de vida que nos permite seguir disfrutando de nuestro tiempo de ocio de una manera activa, y esto incluye viajar. Los 65 podrían ser los nuevos 45, por ponerlo al estilo de cualquier revista de moda.
Una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que más del 50% de este sector poblacional utiliza el móvil de manera habitual, frente al 17% que utiliza un PC y un 16% que ha tenido contacto con internet. Así, cada vez más personas mayores se van acostumbrando a las nuevas tecnologías. Por no pensar en los que actualmente rondan la cuarentena y quienes en poco más o menos 25 años, serán parte integrante de pleno derecho de la llamada “tercera edad” y estarán más que acostumbrados a todo lo que tenga que ver con las TIC; redes sociales, compras online, móviles, tablets y ordenadores no serán ningún secreto para los abuelos del futuro.
Con este panorama no es de extrañar que algunos touroperadores estén centrándose en la población mayor de 65 años. Así, encontramos que Club de Vacaciones, Mundiplan o Mundosenior, han decidido hacer de los abuelos su principal target. De hecho, estas dos últimas marcas han vendido ya más de 900.000 plazas del famoso programa del Imserso, las cuales salieron a la venta el pasado 22 de septiembre.
Sí, nuestros mayores viajan porque pueden y porque quieren, y porque no hay nada mejor que utilizar el tiempo libre disponible para ampliar nuestros horizontes, en este caso, de manera literal. Ya existen móviles adaptados a los mayores (porque siendo honestos, es cierto que con la edad podemos perder vista, oído o cierta movilidad, pero eso no hace que no se pueda disfrutar de un viaje), ‘apps’ que les hacen la vida más fácil y cubren algunas necesidades.
Pero el sector turístico tiene mucho que hacer todavía, no basta con adaptar las webs al móvil, tienen que crear ‘apps’ de reservas o de información adaptadas a los gustos y necesidades de los seniors, porque, señores, alguien se les va a adelantar y son más de 8 millones de potenciales clientes.