La televisión pública debería ser un servicio para la sociedad. En el caso de la Corporación de Radio Televisión Española (CRTVE) más bien se trata de un quebradero de cabeza continuo. El último golpe ha sido una multa en firme por publicidad encubierta. Algo que ya no sorprende y que ha sido la tónica desde que TVE dejó de emitir publicidad en 2010.
El nuevo bofetón a la gestión de TVE ha llegado por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En concreto, la ha sancionado con un total de 219.342 euros por haber emitido, en La1, una comunicación comercial encubierta de la marca Bodegas González Byass y de sus productos en el programa Masterchef.
Después de diversos avisos por parte del regulador durante 2016, en la persistencia de los hechos, finalmente ha decidido imponer la sanción. Una cuantía que al final mira celosamente al bolsillo de todos los españoles. Pero esto es solo un ejemplo más de las torticeras prácticas que desarrolla el ente público con relativa asiduidad.
Hace apenas unas semanas el regulador también les dio un toque. La CNMC sancionó con 203.508 euros por superar el límite de tiempo de emisión dedicado a autopromociones. Y es que el artículo 13.2 de la Ley General de Comunicación Audiovisual (LGCA), establece que “para la comunicación audiovisual televisiva, el tiempo dedicado a los anuncios publicitarios sobre sus propios programas y productos no podrá superar los 5 minutos por hora de reloj y sus contenidos estarán sujetos a las obligaciones y prohibiciones establecidas con carácter general para la publicidad comercial”. Pero TVE vive en un multiverso paralelo donde el tiempo lo entiende a su antojo.
Aunque el gran coladero de la publicidad encubierta es el programa de La Mañana. Aquí, hace unos meses se sancionó con 108.771 euros por la misma situación: publicidad encubierta. En concreto, este expediente se refiere al programa La Mañana del día 29 de marzo de 2015, en el que se emitió sin identificación, publicidad encubierta de una franquicia de gimnasios Curves. En un reportaje del programa se habla de la menopausia y los beneficios que aporta la actividad física mientras aparecen en pantalla imágenes del gimnasio cuando las clientas hacen ejercicio, con presentaciones reiteradas de la marca.
Pero esto, suma y sigue. En octubre de este mismo año, la apertura de otro expediente a La Mañana por hacer publicidad encubierta de una clínica médica. Aquí 154.477 euros. En todos los casos cabe interponer recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional, pero el gasto legal va a las arcas del Estado. Las sanciones en firme, también.
El cachondeo infinito de TVE
Pero todas estas sanciones solo son las que llegan. Tras el fin de la publicidad en 2010, a TVE se le permitió mantener una serie de patrocinios culturales para que el impacto económico no fuera tan violento.
El problema ha sido que se dio la mano y se enganchó el pie. Por ejemplo, tres años después de la supresión, en 2013, según datos de la consultora Kantar se emitieron un total de 1.604 anuncios bajo del paraguas de los patrocinios culturales.
Y la broma no queda ahí. Este mismo año ha tenido que ser el propio Ministerio de Hacienda el que tome cartas en el asunto debido a otra figura que pulula sobre la Ley sin entenderse muy bien: los patrocinios deportivos. De esta forma, la cartera dirigida por Cristóbal Montoro reclamó a RTVE que facturase la venta de publicidad durante la difusión de competiciones de ciclismo, baloncesto o tenis, ya que “deberían formar parte de la cifra de negocio” de la corporación estatal. Hacienda constató que no ha habido contraprestación económica a favor de la Televisión por las retransmisiones de la Liga Endesa de Baloncesto, la Vuelta Ciclista y los Torneos de Tenis Copa Davis, Conde de Godó y ATP 1000, así como el programa deportivo Estudio Estadio.
Publicidad sí o no… competencia…
Ante esta situación todo el mundo ha querido opinar, lógicamente. El que ha expuesto el problema del dinero ha sido el ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. «Es un tema sobre el que hay que reflexionar. Es verdad que TVE tiene un serio problema de déficit y vamos a verlo».
Esto es algo que, con un Gobierno en funciones, no se ha querido rumiar, pero todos se han apremiado a emitir su opinión sobre las cuentas del ente público y su posible vuelta a la normalidad publicitaria. A fin de cuentas, saben que es un debate que habrá que mantener antes o después.
Desde la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) creen que se debe revisar el modelo de gestión de RTVE, pero rechaza la vuelta de la publicidad porque distorsionaría «el mercado publicitario y no solucionaría los problemas financieros» de la Corporación.
En el otro bando, la CNMC publicó el pasado verano un informe en el cual concluyen que el actual sistema de financiación de la corporación no le proporciona la estabilidad económica necesaria para cumplir la misión que tiene asignada. Esto abre la puerta a la búsqueda de nuevas fórmulas para hacer la televisión pública sostenible, que podrían pasar por la vuelta de la publicidad a uno o varios de sus canales; o por cambiar la ley para permitirle aumentar sus ingresos por la vía de los patrocinios.
Hasta entonces, seguiremos viendo una publicidad encubierta, exceso de autopromoción y otra serie de patrocinios extraños.