La polémica abierta en Estados Unidos por los abusos policiales contra la población afroamericana en ciudades como Ferguson y Baltimore podría encontrarse con un nuevo frente en Minneapolis.
La población negra de la capital del estado de Minnesota tiene “8,7 veces más probabilidad de ser detenida por delitos menores” que la población blanca, indica un informe de la Asociación Americana de Libertades Civiles (ACLU), difundido este pasado jueves.
Esta estadística varía poco en lo que respecta a la población nativa de Estados Unidos, que tiene 8,6 veces más posibilidades que la blanca de ser detenida por este tipo de delitos menores, que se castigan con hasta un año de cárcel o con una multa de hasta 3.000 dólares.
El informe de ACLU (una prestigiosa organización de derechos humanos creada en 1920 y que cuenta con alrededor de medio millón de socios y simpatizantes) es el resultado del análisis de más de 96.000 detenciones practicadas por la Policía de Minneapolis entre enero de 2012 y septiembre de 2014.
“La Policía de Minneapolis muestra las mismas pautas de prejuicio racial que se han visto a lo largo y ancho del país”, ha declarado una de las abogadas de ACLU, Emma Andersson. “En Minneapolis, la ley mira con diferentes ojos a los negros y los nativos americanos que a los blancos” y el resultado de ello son una serie de “injusticias, como multas más altas, mayores periodos de cárcel, mayores antecedentes penales, que perjudican y socavan la seguridad pública de los habitantes de Minneapolis”, ha advertido.
El documento, titulado Picking Up the Pieces (Recogiendo los pedazos), explora las disparidades y la criminalización desproporcionada de que es objeto, sobre todo, la población sin techo de la ciudad, en especial la más joven.
Por ejemplo, entre la población de 17 años o menos, la de raza negra tiene 5,8 veces más posibilidades de ser detenida que la de raza blanca por el mismo tipo de delitos. En el caso de los nativos, la relación es de 7,7 a uno. Por el incumplimiento de los toques de queda que rigen para los menores de edad, la comparación es desproporcionada: de 33 menores de diez años citados por ese motivo, 20 eran de raza negra.
El informe presenta también un dato sumamente significativo: según Teresa Nelson, directora legal de ACLU a Minnesota, mientras que las cifras oficiales revelan que el porcentaje de posesión de marihuana en junio de 2013 era prácticamente el mismo en blancos y negros, el número de detenciones por este motivo fue, por esas mismas fechas, 11,5 veces mayor en el caso de los afroamericanos.
Tras la diffusion del informe de ACLU, una activista y abogada de la organización Black Lives Matter, Nekima Levy-Pounds, ha advertido de que, si las autoridades no corrigen estos desequilibrios, la ciudad de Minneapolis podría ser escenario, en un plazo breve, de “disturbios” como los que se han vivido en Ferguson y Baltimore.
ACLU Study Looks Into MPD’s Low-Level Arrest Rates http://t.co/8PmQPPdEvC
— Nekima Levy-Pounds (@nvlevy) Mayo 29, 2015
“Espero que las cosas no alcancen la gravedad de los disturbios de Ferguson y Baltimore, pero no andaremos muy lejos”, declaró a la cadena de televisión Al Yazira esta profesora de Derecho, asesora de Black Lives Matter y presidenta de la sección de Minneapolis de la Asociación Nacional para el Progreso de la Población de Color (NAACP, por sus siglas en inglés), la organización más antigua y extensa de derechos civiles de Estados Unidos, creada en 1909 .
El movimiento Black Lives Matter surgió en respuesta a la muerte de un adolescente afroamericano desarmado, Michael Brown, que se produjo el 9 de Agosto de 2014 a manos del agente de Policía blanco Darren Wilson en la ciudad de Ferguson, en Missouri. Este crimen puso en evidencia la discriminación racial que impera en el ámbito de la Policía de Estados Unidos y provocó numerosas movilizaciones en las calles de las principales ciudades del país. El 12 de abril se produjo el fallecimiento de Freddie Gray en circunstancias similares en Baltimore.
Nekima Levy-Pounds
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