El comienzo de un año siempre ofrece la posibilidad de intentar descubrir cuáles serán las series importantes, los hechos destacables y los momentos que definirán el año. A todo ello podemos intentar aproximarnos a partir de los anuncios tras las presentaciones de la Television Critics Association y todos esos anuncios que ya conocemos, y lo que esperamos descubrir.
Siempre es difícil intentar adivinar el futuro. Incluso cuando está lo suficientemente escrito como para que podamos ir señalando algunos lanzamientos que parecen ya seguros o, al menos, que han sido colocados en la rampa de lanzamiento televisivo haciendo muy probable su estreno. Pero si algo nos han demostrado años de noticias es que nada es seguro, que una cadena puede decidirse a apoyar el género fantástico con Las aventuras de Brisco County Jr. y acabar revolucionándolo con su serie de acompañamiento, Expediente X. O encontrarse con que el gran éxito del año resulte la historia de una familia negra metida en el mundo de la música como pasó en 2015 con Empire.
Con esta advertencia inicial intentemos analizar lo que ya sabemos y lo que podemos intuir y, quién sabe, quizá a finales de año encontremos algunos aciertos. Así que empecemos por lo seguro: Será un año importante para el ‘streaming’, la HBO, la política y los viajes en el tiempo.
Lanzados al ‘streaming’
No será a priori un año definitivo para este modelo de negocio, pero será seguro importante. No solo porque continúe su expansión, especialmente con el Plan de Dominación Mundial anunciado por Netflix. Amazon pondrá en movimiento unas cuantas series incluidas Sneaky Pete y One Mississippi, además de seguir desarrollando la creación exclusiva de Woody Allen -ahora con Miley Cirus- y el nuevo programa de coches de Jeremy Clarkson y sus compañeros del antiguo Top Gear, suponiendo que su enorme bocaza no le deje fuera antes de empezar.
Netflix tiene preparado un poco de todo. Desde el Love de Judd Apatow a su apuesta por la creación propia en distintos países, y no tuvo empacho en reconocer que tienen previsto gastarse 6.000 millones de dólares en contenido propio durante 2016.
En incluso HULU está moviéndose. Se demuestra con la producción de series como The Path o Chance. También porque las otras cadenas parecen estar empezando a tomar nota. La CBS está con CBS All Access y ha anunciado que en 2017 sacará una serie exclusiva en el universo Star Trek, la NBC estrenó el 7 Seeso, una plataforma centrada en la comedia y la ABC, bueno…
Disney, ya está preparando DisneyLife que esperan usar para mover sus distintas propiedades. Y no solo eso, fuera de USA tendremos los intentos de cambio con la BBC relegando a internet a la BBC Three -un movimiento controvertido con mucha gente en contra pero que puede servir también como un paso más en la expansión digital del ente público ingles- o el la prueba de crecimiento de HBO Now en España. Que nos lleva al siguiente punto.
El complicado momento de la HBO
Quizá 2017 sea más decisivo para la cadena pero 2016 va a ser el año en que se ponga a prueba. Porque para el año que viene ya veremos cómo les ha ido a alguna de las incógnitas de este fin de ciclo que están viviendo: un paisaje en el que ya han cerrado Girls, y en el que dos de sus éxitos de crítica o de público habrán asumido ya los momentos complicados que van a vivir este año. Porque en Juego de Tronos se meterán definitivamente en esa ‘terra incognita’ que es no tener libros que adaptar, un movimiento inevitable por los ya conocidos retrasos de George R. R. Martin pero que abre aún más la brecha entre los espectadores de la serie.
Mientras eso ocurre en la más popular, en la más premiada, Veep, pierden a su creador y organizador. La marcha de Armando Iannucci tras la que ha sido indiscutiblemente su mejor temporada abre las dudas sobre la capacidad para mantener el nivel y el rumbo que pueda tomar ahora la serie. Y el problema es que mientras sus series más conocidas van a entrar en problemas, el resto no está mucho mejor, con True Detective en tierra de nadie tras el final de la primera y el desastre crítico de la segunda. Una tercera que parece posible y poco más, ni actores, ni fechas, ni guión… Y The Leftovers preparando también su tercera y última temporada. Y sus comedias sin acabar de arrancar, con solo Silicon Valley consiguiendo algo de interés mientras Togetherness y Ballers chocaron en su estreno el año pasado.
Para intentar remontar la HBO va a tirar de sus clásicos comenzando por Sarah Jessica Parker, que estrenará para ellos Divorce. Seguirá Danny McBride que, junto a Walton Goggins, protagonizará la comedia Vice Principals. También apostarán de nuevo por los Duplass aunque esta vez sea para una serie animada: Animals. Una serie de aspecto extraño pero que intenta rentabilizar para la cadena el acuerdo al que llegaron que, de momento, solo ha traído la desigual Togetherness. Pero probablemente el regreso más esperado de todos sus clásicos sea el de David Simon: The Deuce, ambientada en la industria del porno y protagonizada por James Franco y Maggie Gyllenhaal, aunque queda la duda si la estrenarán a finales de este año o decidirán pasarla al decisivo 2017.
Pero no hay problema porque tienen más series pendientes de estreno. En comedia está también el paso a la televisión del vine High Maitenance, y el segundo intento para Insecure, una comedia que abraza la actual tendencia a la diversidad que ha recibido un nuevo impulso también al actualizar un piloto que fue rechazado en 2013.
Y en cuanto a la parte dramática, el año ha empezado con problemas con el parón en la producción de Westworld, aunque la nueva adaptación de la película de robots de Crichton sigue manteniendo 2016 como año de estreno. Tampoco está clara la fecha de estreno del otro inento por la diversidad de la cadena, Codes of Conduct, obra del siempre vocal Steve McQueen que funcionará en principio como miniserie pero que tiene posibilidades de ampliarse luego si director y cadena llegan a un acuerdo. Luego hay otras miniseries más clásicas, como la que protagonizará Jude Law sobre The young Pope sobre el primer pontífice estadounidense -italoamericano para más señas- que tiene todo de fabulación y cuyo principal atractivo será ver cómo se mueve Paolo Sorrentino por la HBO. Hay más miniseries, claro: Lewis and Clark, Crime, American Lion… Pero de ellas solo se sabe que siguen dándoles vueltas sin una fecha de estreno.
La que sí que la tiene ya, el 14 de febrero, es la que se espera que sea uno de los grandes éxitos de esta temporada, Vinyl. Una serie sobre el mundo de la música en los años setenta entre cuyos creadores destacan Martin Scorsese y Mick Jagger que llevaba años en preparación aunque pueda parecer producida a rebufo del éxito de Empire.
Todo esto y, además, el movimiento de Barrio Sésamo -para la primera emisión de los capítulos- es lo que tiene preparada la cadena que tras su un 2015 en el que solo parecía tener espacio para altos muy altos y bajos bajísimos mientras se convertía en el centro de diversas discusiones. Veremos si logran salir con bien de este año y cómo enfrentarán un 2017 que podría convertirse en un regreso a 2007, aunque supondremos que con menos John from Cincinnati. Al menos sabremos que podemos contar con Last Week Tonight de John Oliver que se enfrentará este año a sus primeras elecciones generales estadounidenses al mando del programa. Una situación que tiende a propulsar los programas de humor tanto como a poner en marcha otros proyectos televisivos políticos.
El impulso de la política
Los años electorales siempre son más divertidos en Estados Unidos. La política es otra forma de espectáculo y muchas de las declaraciones y actuaciones han ido modelándose para los grandes medios y el mundo televisivo que los acompañan, algo que se puede ver sobre todo en la forma de organizar los debates o en la ascensión de fenómenos tan televisivos como Donald Trump, ese hombre siempre al borde de la ficción.
De manera que no es de extrañar que con un largo año por delante hasta las elecciones de noviembre en el que se disputa, por un lado la candidatura demócrata entre una Hillary Clinton que ya demostró frente a Obama su capacidad para intentar ganar la candidatura por agotamiento, ypor otro un partido republicano que es una jaula de grillos en el que los tres candidatos principales; el ‘oficialista’ Jeb Bush, el ‘teaparty’ Ted Cruz y el ‘presentable’ Marco Rubio han visto como la irrupción de Trump y las grandes audiencias que eso proporcionaba a la FOX convertían todo su proceso en algo más que un circo de tres pistas. Cruz y Trump competían hasta la locura de manera casi literal, Bush no entendía como siendo el candidato con más apoyos oficiales estaba tan abajo en las encuestas y Rubio se pasó buena parte de la campaña yendo por su lado para intentar evitar salpicaduras. La llegada a principios de febrero de los caucus de Iowa y New Hampshire sin que Trump se hubiera desgastado aún subió al once la locura.
El primer resultado es que las cifras de los debates previos son las más altas que se hayan registrado nunca. El interés en las cadenas que cubren la política como si fuera una competición deportiva se ha incrementado permitiendo a la FOX News sacar pecho por el buen resultado pese a las luchas que el asunto provocó entre el jefe de la cadena, Roger Ailes y el jefazo de todo, Rupert Murdoch que han llegado a su punto definitivo con la teórica guerra abierta entre Trump y la cadena que ha llevado a Murdoch a lavarse las manos.
Pero mientras esto se decide, y el análisis de las notables audiencias logradas sigue adelante, los programas humorísticos han aprovechado para subir sus audiencias. Al fin y al cabo las elecciones siempre fueron buenos momentos para The Daily Show o el SNL, como recordará cualquiera que viese a Tina Fey interpretando a Sarah Palin.
También en otros campos han aprovechado para sacar sus aproximaciones, empezando por Showtime que ha empezado ya con la emisión de The Circus, aproximación al documental humorístico por parte de John Heilemann y Mark Halperin -coautores de de Game Change y Double Down y presentadores del programa With All Due Respect- junto al estratega político Mark McKinnon en lo que se suponía iba a ser uno o dos especiales y ha acabado como una serie que no tiene claro cuántos episodios acabará durando. Lo que sí es seguro es que con The Circus intentarán mezclar las visiones exteriores con las de los ‘insiders’ de la política americana.
Pero no solo la realidad, también la ficción americana se verá salpicada por la política: Robert y Michelle King, el matrimonio que está detrás de The Good Wife, abandona su serie de éxito por la creación también para la CBS de BrainDead, que en lugar de ser una adaptación de la película es una mezcla de comedia y drama político.
Bueno… y ciencia ficción porque a los ingredientes habituales se une una trama extraterrestre satírica. Igual de satírica pero en otra dirección -no hay duda de que el éxito y los premios de Veep se dejan sentir- está Graves, serie para Epix en la que un expresidente estadounidense interpretado por Nick Nolte se da cuenta de lo que sus políticas causaron en América y parte a intentar arreglarlo mientras su mujer se prepara para el asalto a la presidencia. De momento las primeras reacciones de la serie han sido el cambio en el papel de la mujer tras manifestar Susan Sarandon, la elegida inicialmente, ‘diferencias artísticas’ para abandonar la serie.
Pero no solo hay comedia, también se prepara un thriller para la ABC, The Family, en el que la alcaldesa de una ciudad aprovecha la reaparición de su hijo tras diez años teóricamente secuestrado para presentarse a gobernadora. Detrás de la historia está Jenna Bals, una de las guionista de Scandal, que espera repetir suerte con esta historia mientras resuelve el misterio de dónde estuvo el niño raptado y si hay una motivación política tras todo esto. Aunque con una alumna de Shondaland podemos esperar cualquier solución por loca que parezca en un primer momento.
La irresistible atracción de los viajes en el tiempo
La noticia más importante para los aficionados a los viajes temporales que vamos a escuchar este año probablemente sea la marcha de Steven Moffat de los mandos de Doctor Who, aunque tengamos que esperar aún a 2018 para asistir al relevo. Así que centrémonos en lo que va a llegar este año, comenzando por la ya estrenada DC’ Legends of Tomorrow que en su primera temporada tiene a un antiguo actor de la serie inglesa para llevar por el tiempo a una serie de héroes y villanos del universo DC.
Pero no solo esta se une a Doctor Who -bueno, y a Best Friends Whenever– también se pone en marcha para este año en Comedy Central la protagonizada por Ilana Glazer con el título de Time Traveling Bong, sobre dos primos con una pipa de agua que les permite estar colocados en diferentes momentos históricos. Aunque antes que ella llegará 11/22/63, adaptación para HULU de la novela del mismo título de Stephen King sobre un viajero temporal y el asesinato de Kennedy interpretado aquí por James Franco a las órdenes de J.J. Abrams.
Mientras tanto la FOX anunció que Phil Lord y Chris Miller producirían una comedia escrita por el guionista de Padre de familia Julius “Goldie” Sharpe en la que el viaje en el tiempo sería algo fundamental. Pero si esto os parece demasiado sabed que en cuanto empezó a hablarse de la moda faltó tiempo para que la NBC se subiera al carro anunciando Time, de Eric Kripke y Shawn Ryan, creadores respectivos de Supernatural y The Shield, que va de un trío que viaja por el tiempo luchando contra un criminal en lo que a unos les sonará de Ministerio del Tiempo y a otros de la ya mencionada Legends of Tomorrow -por no remontarnos más- pero que no ha hecho sino confirmar una tendencia a la que pronto se ha apuntado Netflix con la película ARQ y, en el último momento, la ABC con una adaptación de Los pasajeros del tiempo. De modo que aunque varias se retrasen o no superen la prueba de los pilotos podemos decir sin mucha duda que estamos ante la primera gran tendencia del año.
Y todo lo demás: Acción, policíaco y fantástico
Separemos así la primera de este año. De la gran tendencia del año pasado cuyas ondas aún están impulsando series. El enorme éxito primero de Serial y ya en 2015 de The Jinx y Memories of a Murder ha servido para recordar el interés por los crímenes reales que explican la pervivencia de canales como Investigación Discovery, fundamentalmente con dos creaciones, American Crime Story de Ryan Murphy que empieza revisando el caso contra O.J., y The Jury, para la ABC en la que han asegurado que intentarán llevar Serial al campo de la ficción.
Por supuesto, habrá más apariciones del crimen, empezando por otra serie sobre jurados: Trial, de nada menos que David E. Kelley y protagonismo de Billy Bob Thornton, en lo que podría ser una de sus grandes apuestas de la temporada. Pero no se quedarán ahí los platos fuertes previstos para el género negro, también tendremos American Gothic producida por Amblin. Aparecerá otra gota en la tendencia de las series de espías con Berlin Station -algo que también veremos en las novedades inglesas con las adaptaciones de SS-GB de Len Deighton y de El agente secreto de Conrad -y el humor de época con la extraña pareja de Houdini & Holmes, pareja solo comparable a las historias de pantanos de Hap & Leonard.
Mientras tanto, en Shondaland, estrenarán si no hay más problemas con los showrunners, el sustituto de How to get away with murder: The catch. Y, finalmente, también una adaptación, la de Animal Kingdom con Ellen Barkin a la cabeza. E incluso el estreno de la versión estadounidense de La reina del sur.
Y es que también tendremos uno de esos años de adaptaciones y coproducciones (por lejanas que parezcan, no hay más que ver a la ABC australiana aliarse con la Sundance para sacar adelante Cleverman). Aunque se hable de recuperación no están aún las empresas como para arriesgarse. De manera que aunque hayan decidido finalmente pasar de Entrenador y Urban Cowboy, aún podremos ver desde estrenos indirectos como Emerald City sobre El mago de Oz versiones o continuaciones directas como los de la cada vez más cercana continuación de Padres forzosos en Netflix, Hora punta, Solos con nuestro tío -por segunda vez-, School of Rock -que también estrenará musical-, The Girlfriend Experience, un nuevo Historias de la cripta producida por M. Night Shyamalan e, incluso, Bunnicula.
Por supuesto es solo una pequeña parte de lo que se está hablando, al fin y al cabo las nuevas versiones y continuaciones -o los spin-off, no olvidemos que ya están aprobados Criminald Mind: Beyond Borders y Chicago Law – nos traerán nuevos 24, Damien, Las Supernenas o Raices este año. Y en 2017 Twin Peaks.
Todos ellos se unirán a la nueva temporada de Expediente X, estrenada con éxito de audiencia, a primera vista el gran nombre de las series fantásticas de este año. Aunque no el único, claro. En SyFy siguen queriendo probar cosas nuevas tras el éxito de crítica de su The Expanse y el buen estreno de The Magicians y van a adaptar el cómic de Wyonna Earp o la serie de cazadores de alienígenas Hunters, y a los ya mencionados Westworld, 11/22/63 o Damien se unen otros nombres como las adaptaciones de Cazadores de sombras, del Outcast de Robert Kirkman, o la ya avisada versión libre de Predicador, que ha preparado Seth Rogen.
Aunque no será lo único que veamos, también se estrenará la serie sobre infectados Containment en The CW, que tiene la particularidad de ser la segunda de las únicas dos series que el canal generalista estrenará esta temporada, y la británica The Living and the dead para la BBC. A las que habrá que unir el estreno de la esperada Slasher en el canal Chiller y algo tan inesperado como ver el nombre de Stan Lee en una serie. Una serie británica, además. Se trata de Stan Lee’s Lucky Man, teóricamente cocreada por él, pero en el que el toque británico y el buen hacer de James Nesbitt dicen más que cualquier teórico intento de acercar una historia policíaca a los superhéroes.
Pero no nos olvidemos tampoco de ellos. Bien es cierto que ni la de Stan Lee ni el recién estrenado Lucifer, que sigue antes el esquema de excéntrico asesor acompañando a un atractivo agente que cualquier parecido remoto con el cómic. A ésta, y a Legends of Tomorrow, se sumarán además la ya anunciada Luke Cage en Netflix -mientras esperamos saber algo más de Puño de Hierro– y probablemente este año sí el spin-off de Agentes de SHIELD que ya tiene hasta título:Marvel’s Most Wanted.
Aunque parece que no todas las series de Marvel tendrán lugar en el mismo universo, o eso han dicho desde la productora que está preparando Legion para FOX, y que la saca incluso de la órbita de las películas de mutantes. Si bien la tendencia superheróica de este año parece ser la comedia y así a la teórica revisión que en Amazon preparan de The Tick se sumarían las adaptaciones de Control de Daños y una segunda comedia aún sin título, mientras que en DC preparan una comedia estilo The Office a la que ya han encontrado nombre: Powerless.
Cambios y novedades: Comedia y no-ficción
Por supuesto también habrá cadenas intentado cambiar su imagen como ABC Network que ha pasado a llamarse Freeform, y que intenta encontrar su público con estrenos como el mencionado Cazadores de sombras o los futuros estrenos de Guilt y Beyond. Mientras que la TBS conserva el nombre pero intenta darle un poco más de empaque a su programación de humor con estrenos como Search Party, Angie Tribeca o Wrecked entre otros muchos estrenos. Aunque quizá lo que más destaca del canal es la llegada, por fin, de una mujer dirigiendo un late con la ex The Daily Show Samantha Bee poniéndose al mando de Full Frontal.
La comedia intentará sorprendernos con grandes nombres como el de Zack Galifianakis y su comedia de payaso de rodeo Baskets, u otro nombre salido de los modelos de Louis C.K, el de Paula Adlon y su Better things para la FX. Aunque quizá el más grande sea el de Mike Schur, porque el cocreador de Parks & Recreations y Brooklyn Nine-nine ha reunido para su A good place a Ted Danson y Kristen Bell. Palabras mayores para la primera vez que una comedia tiene buena pinta desde que Robert Greenblatt se puso al frente de la NBC.
Aunque si buscamos otro tipo de acercamiento al humor -y a los grandes nombres televisvos- no podemos obviar Better late than never, mezcla de reality y comedia en la que ponen a viajar a un grupo de actores entre los que se encuentran William Shatner o Henry Winkler. O a Craig Ferguson que tendrá oportunidad de presentar un programa de humor histórico con Join or Die.
Probablemente el momento más increíble del año llegue con la miniserie que Sky anunció a finales de diciembre en al que contarán el viaje compartiendo coche que realizaron tras el 11-S desde Nueva York a sus respectivos hogares Michael Jackson, Elizabeth Taylor y Marlon Brando. El asunto está siendo un poco controvertido -ahora que parece que la gente se lo está creyendo- porque el reparto elegido es Joseph Fiennes, Stockard Channing y Brian Cox. respectivamente. De modo que al margen de las series que están desarrollando varias cadenas sobre amigos invisibles o los acercamientos a autobiografías parece que estamos ante la idea más alocada. Al menos en ficción.
Porque en no-ficción nos espera otro año difícil de describir. Con un programa y medio por cada series los realities siguen en expansión y aunque posiblemente los mejores datos de audiencia en no-ficción los consiga este daño los juegos olímpicos de Río de Janeiro que ocuparán nuestro verano como cada vez que toca, las tendencias de los realities seguirán yendo por otro lado. Tendremos el año final de American Idol, aunque ellos se empeñen en presentarlo de otra manera, y con él la desaparición del talent show que durante años reinó en las audiencias americanas y que impulsó imitaciones como The Voice.
Pero parece que en estos momentos ese tipo de programas están en retirada y lo que toca es meter niños y más niños por todas partes por discutible que sea su uso. Algo que comenzará con la creación de Ellen y Steve Harvey Little Big Shorts, una especie de Sopa de gansos a la americana o un America got talent infantil, según las referencias que se manejen.
Por su parte la NBC intentará probar suerte con otro programa sobre ponerse en forma, dado el éxito de The biggest loser, y apostará por el programa de fitness Strong. Aunque quizá la mayor explosión haya llegado con los programas de mediums. Algo que ya vimos convertirse en un tema en 2014 y expandirse en 2015 y que ha llegado a ese momento en el que uno se puede encontrar la historia de un adolescente que tiene que conllevar su vida con el hecho de ser medium pero trasladado a Hollywood y con famosos de serie f, es que ya hemos llegado a algún sitio. Como decía, si 2015 nos dio la competición de herreros/ forjadores Forged in fire, ¿cómo poder saber qué nos traerá 2016?
Últimas tendencias
Sí podemos asegurar que intentarán tener más cuidado con la representación cultural. Tanto en lo que se refiere al intento de hacer una crónica de hechos culturales como hemos mencionado antes con Vinyl como la creación de otra serie sobre músicos creada por Cameron Crowe y J.J. Abrams, Roadies, y un acercamiento al mundo del stand-up cómico en los setenta con Jim Carrey como producto: I’m dying up here.
Pero, sobre todo, a la diversidad racial. En parte dentro del mundo de la cultura quizá por el éxito el año pasado de Empire. Lo cierto es que el mismo cocreador de la serie, Lee Daniels, ha vendido un proyecto sobre un grupo para contarnos el viaje a la fama y de ahí al suelo, usando a un grupo femenino y diverso, actriz transgénero incluida.
Por su parte, Baz Luhrmann, ha preparado para Netflix The Get Down, sobre un grupo de jóvenes del sur del Bronx en los años ’70 durante el nacimiento del p-hop, el disco e incluso el punk. Pero no solo eso, con formato de thriller se presenta Underground, sobre un grupo de esclavos negros decididos a escaparse, y con tono de comedia Atlanta de Donald Glover en el que -de nuevo en el ambiente artístico- el regreso fracasado se encuentra en casa con el éxito inesperado de un familiar.
Mientras tanto, en España, ahuyentado -de momento- el fantasma de una tercera guerra del fútbol y con el futuro político aún en el aire con sus consecuentes repercusiones para multitud de canales -aunque otros como TeleMadrid parece que están siendo preparados para una venta por lotes– los dos temas que parecen principales en estos momentos son el de la llegada de la HBO de la que hemos hablado arriba y que podría afectar al equilibrio de poder de Movistar contra el resto de operadoras, y a la llegada con fecha límite en abril -aunque no sería la primera vez que esas fechas límites resultan ser orientativas- aunque es de esperar que no demuestren todo su potencial hasta la nueva temporada en septiembre.
Tiempo de sobra para que nuevos canales como el impulsado por Movistar+ #0 o Cero, que ocupara el hueco que el cierre de Canal Plus deja, intenten crearse un hueco entre las preferencias de los espectadores. Pero si en una visión global siempre es difícil saber lo que ocurrirá tratar de descubrirlo en España es sencillamente temerario.
Y es que podemos intentar echar un ojo a todos los pilotos que han sido encargados hasta el momento, darle una vuelta a los ya anunciados o intentar intuir cómo les irá tanto a los nuevos como a los antiguos que se preparan para cerrar, cambiar de ritmo o intentar continuar. Podemos incluso tratar de comprender cómo el flujo de espectadores que se pasan a los sistemas de visionado on-line están afectando a las cancelaciones en televisión y animando a que en Estados Unidos ocurra como en la mayor parte del mundo, con series producidas por el mismo canal de manera directa o indirecta mediante empresas del mismo grupo. Da igual. Intentar adivinar el futuro es imposible, siempre sale algo inesperado de lo que hablar al final del mismo. Mientras tanto quedémonos vigilantes ante todo esto que ya hemos visto. Y ya hablaremos en las recapitulaciones de fin de año.