Parece una obviedad extrema: pagar por lo que uno consume. Pero en el caso de la telefonía móvil, y con la llegada de los servicios paquetizados; es decir, que van juntos el fijo, móvil y hasta la televisión, al final los clientes pagan por cosas que no consumen.
Así se refleja en el ‘IV Estudio de Comparación hacia del Ahorro Inteligente’ desarrollado por Rastreator. En el apartado de telefonía e internet, donde compañías como Movistar, Orange o Vodafone deberían consultar sin más demora, se desprende que el 85% de los encuestados prefiere diseñar su tarifa, añadiendo o eliminando servicios en función de dos variables: su consumo real y las necesidades.
Además, para un 20% de los consumidores, poder combinar de manera aleatoria y personal cada oferta se ha convertido en un factor determinante para la contratación de un servicio de telefonía.
Según el estudio de Rastreator, los españoles valoran muy positivamente el esfuerzo llevado a cabo por los operadores para mejorar las capacidades de conexión, dado que los hábitos de consumo han cambiado drásticamente. Pero están convencidos de que las tarifas que se ofertan no terminan de adaptarse a los gustos personales.
Por un lado, al 74% le sobran minutos para realizar llamadas dentro de su tarifa. Por el contrario, un 35% de los usuarios se queda corto con los datos para navegar por internet. Este último punto, incluso, es algo que favorece a Movistar, Orange y Vodafone, puesto que sus últimas subidas de precios se han argumentado en este punto: como la gente necesita más megas para navegar, ofrecemos más a cambio de una subida.
Sea como sea, parece una realidad que las tarifas actuales no se ajustan de ninguna manera a las necesidades, bien por defecto o por exceso.
La confianza también es fundamental
La tecnología ha influido en la forma en que se relacionan los consumidores entre ellos y también ha afectado al modo en que estos interactúan con las empresas. Así, los canales online se presentan como los grandes aliados de las compañías para establecer un mayor diálogo con el consumidor y consolidar su confianza.
En esta línea, el 87% de los españoles cree que las empresas deberían aprovechar mejor los canales online para interactuar con sus clientes presentes y futuros, y la mayoría (86,2%) afirma que se siente frustrado cuando trata de comunicarse con una empresa y no obtiene respuesta.
Junto al diálogo y la confianza, la personalización es otra de las nuevas demandas del consumidor digital y las empresas deben responder a ellas. Precisamente, nueve de cada diez consumidores (89,5%) creen que las nuevas tecnologías deberían ayudar a las empresas a ofrecer productos y servicios más personalizados y, para ello, no tendrían inconveniente en compartir su información personal.
De hecho, a más de la mitad de la población (53,7%) no le importa ofrecer su información personal a las empresas si es para mejorar el servicio que estas ofrecen y adaptarlo en la medida de lo posible a sus necesidades concretas.