Estas semanas se irá conociendo al detalle los resultados de los operadores durante 2016. Cada uno, eso sí, con su ejercicio fiscal diferente. El primero de ellos ha sido Vodafone, que presentó la semana pasada sus cuentas correspondientes a su tercer trimestre contable (octubre-diciembre). A nivel general han sido positivos, pero en cuanto a los servicios de televisión, queda la duda sobre el crecimiento que están teniendo los operadores en su conjunto.
La fotografía de contexto para Vodafone España no ha sido mala. Los ingresos por servicio alcanzaron los 1.125 millones de euros, lo que supone un 4,1% más que en el mismo periodo del año anterior en términos comparables y un 0,8% más si se incluyen el efecto de la financiación de terminales.
Por su parte, los ingresos totales alcanzaron los 1.256 millones de euros en su tercer trimestre fiscal, lo que supone un 5,1% más en términos comparables. Sin embargo, incluyendo el efecto de la financiación de terminales la facturación de Vodafone España, se mantuvo plana.
Vodafone señala que el principal motor del crecimiento de los ingresos en su tercer trimestre fiscal ha sido el «notable incremento» de la actividad comercial en todos los segmentos. En concreto, el número de clientes de contrato de telefonía móvil aumentó en 97.000 en el trimestre, hasta cerrar en el mes de diciembre con 11,51 millones. Asimismo, el número de clientes con dispositivo, tarifa y uso de servicios 4G creció en 777.000 en los últimos tres meses hasta los 7,2 millones.
Vodafone marca el camino
¿Qué ha pasado con la televisión? Vodafone ha metido en este trimestre 78.000 nuevos clientes de televisión. El total acumulado es de 1,28 millones de usuarios en este servicio de contenidos. Pero al observar los resultados del mismo trimestre de 2015, resulta que el aumento fue de 99.000 nuevos clientes de televisión, lo que deja un millón de abonados.
¿Hay un retroceso en el crecimiento? Parece que sí. Y no es un caso aislado. Sin ir más lejos, Movistar también está teniendo problemas para crecer en este segmento. Su estrategia ha sido asociar la televisión a los servicios convergentes de telefonía con su respectivo incremento de precio, dado que en los primeros trimestres de 2016 llegó, incluso, a perder abonados.
Orange está en la misma situación. Apenas consigue 70.000 altas al trimestre, y sin progresión que no haga pensar que esa cifra irá en caída.
¿Y los servicios convergentes? No, ahí no parece haber problema. En el caso de Vodafone, ha pasado de 1,1 millones de usuarios de Vodafone One a 2,1 millones en su último trimestre. Es decir, en el tiempo que ha conseguido sumar a su oferta todo incluido de telefonía casi un millón de usuarios, apenas elevó en 200.000 su servicio de televisión.
¿La gente quiere televisión de pago?
Después de la millonada pagada por el fútbol y la inversión en series, tanto de producción propia como adquisición de derechos, parece tarde para hacer esa pregunta. Aunque los operadores no deben preocuparse tan pronto: los usuarios sí parecen querer televisión de pago.
Ahora bien, ¿la quieren como la están ofertando ahora mismo? Durante la presentación de la oferta convergente de Yoigo, el CEO del grupo, Meinrad Spenger, dijo que ellos no quieren ofrecer la televisión asociada porque ya existen OTTs como Bein Sport, o plataformas como Netflix y HBO, que se pueden contratar de forma desagregada. Y puede tener razón. A lo mejor no todo el mundo quiere 60 canales, con todo incluido, y tener que pagar un sobrecoste por ello.
Así pues, a los resultados de Vodafone les sucederán Orange y Movistar, y podremos ver entones qué está sucediendo con la televisión, y su crecimiento es el esperado.