La multinacional china Dalian Wanda ha extendido sus tentáculos por todo el mundo y sus intereses abarcan desde el mercado inmobiliario, como se ha podido comprobar en Madrid con la compra del Edificio España, hasta el negocio naviero. El último movimiento de la compañía presidida por el magnate Wang Jianlin involucra a un clásico del cine: la Paramount.
Tal y como adelantó Reuters en exclusiva, la firma china estaría interesada en adquirir un 49% de la productora estadounidense, que actualmente pertenece por completo al gigante de la comunicación norteamericano Viacom. No va a ser tan fácil porque, al parecer, el consejero delegado de Viacom, Philippe Dauman, querría vender pero el principal accionista, Sumner Redstone, mantendría su oposición a esta hipotética operación.
La compra reforzaría el peso de la compañía en la industria cultural mundial y se añadiría a otra operación recientemente anunciada por Wanda, que se va a hacer con la cadena de cines española Cinesa.
A través de la cadena estadounidense AMC, también propiedad del conglomerado chino Wanda desde su compra por 2.600 millones de dólares en 2012, Wang Jianlin va a tomar el control de la compañía Odeon UCI por unos 1.100 millones de euros. Con esta adquisición, Wanda incorpora 242 establecimientos y 2.236 pantallas europeas a su extensa red de cines.
Estas nuevas instalaciones se suman a las de AMC, la segunda mayor cadena de cines de Estados Unidos con 343 franquicias y 4.950 proyectores. Además, Wanda es la propietaria de Hoyts, con 52 cines en Oceanía, y de Wanda Cinema, la firma con mayor número de establecimientos de China: 292 cines y 2.557 pantallas, de acuerdo con las cifras que ofrece la compañía en su portal corporativo.
Wanda es propietaria de AMC, la segunda mayor cadena de cines de Estados Unidos con 343 franquicias y 4.950 proyectores
Por otro lado, el conglomerado chino dispone de su propia productora y distribuidora de películas. También tiene previsto concluir en 2017 la construcción en China de una ciudad del cine de 200 hectáreas donde se realizarán sus filmes.
El negocio cultural de Wanda engloba asimismo sus agencias de viajes y sus parques temáticos en el mercado chino, así como la gestión de su colección de más de 1.000 obras de arte con un valor de unos 1.300 millones de euros. En esta categoría se enmarca también la participación de la multinacional china en eventos deportivos, como la institución responsable de las carreras Ironman y una productora con los derechos de emisión de la primera división de fútbol italiana, la Serie A.
En total, esta rama de actividad aporta 51.280 millones de yuanes (6.889 millones de euros) a las arcas de Wanda, lo que supone un 17,6% de sus ingresos anuales. El negocio de las industrias culturales no es el mayor de la empresa pero sí es el más próspero, con un crecimiento de la facturación del 45,7%.
En esta parte es donde también se enmarca la participación del 20% en el Atlético de Madrid, que Wang Jianlin compró por 45 millones de euros. Pero también la empresa Sunseeker, que se dedica a construir embarcaciones de lujo en el Reino Unido. Son dos inversiones que prueban la vocación internacional del Wanda, aunque la mayoría de las iniciativas empresariales consumadas por la empresa están en China.
Proyectos estrella
La principal actividad en el balance de Wanda, y por la que la empresa es conocida en todo el mundo, es la inmobiliaria. En concreto, los 190.450 millones de yuanes (25.580 millones de euros) que facturó por esta rama en 2015 suponen un 65,6% sobre el total de ingresos de la compañía, que ascendieron a 290.000 millones de yuanes (38.950 millones de euros) en el pasado ejercicio.
En este apartado se engloba su inversión en activos inmobiliarios, la mayoría de ellos en superficies comerciales y grandes centros de compras.
La actividad inmobiliaria de Wanda se centra en China, donde su fuerte son los complejos que denomina “plazas”, combinaciones de centros comerciales, hoteles de lujo, oficinas y apartamentos. En total, la compañía dispone de 133 plazas en China.
Por otro lado, la corporación fundada por Wang Jianlin también explota numerosos hoteles premium en el país asiático. En total, Wanda opera 84 hoteles de lujo bajo cuatro marcas, que oscilan entre las 4 estrellas y las 5 estrellas de nivel superior. Su objetivo, dice la compañía, es convertirse en “la marca líder en la gestión de hoteles”.
Eso en el plano de la realidad. En el de la ficción -por ahora-, Dalian Wanda tiene en marcha varios proyectos para levantar macrocomplejos de ocio en varias ciudades de China, que incorporarán varios hoteles, centros comerciales, zonas de marcha y escenarios culturales en grandes superficies colonizadas por la empresa.
Además de estos macrocomplejos de ocio en una decena de urbes chinas, Dalian Wanda tiene como estandarte de su actividad varios proyectos en importantes centros de todo el mundo que todavía están en pañales. Uno de ellos, el del Edificio España, todavía aparece en su catálogo de inversiones, pese a los desencuentros con el Ayuntamiento de Madrid aireados por el propio Wang Jianlin.
La firma china cuenta con otros 5 grandes planes inmobiliarios: One Nine Elms, un complejo de rascacielos en Londres con 105.000 metros cuadrados en total; la Vista Tower que va a construir en Chicago para convertirse en el tercer edificio más alto de la ciudad; el complejo de vacaciones Jewel Gold Coast, en la costa australiana, con torres de más de 200 metros de altura; un rascacielos en el centro financiero de Sydney; y un complejo residencial en Beverly Hills (Los Angeles) con 110.000 metros cuadrados disponibles. Todos ellos vinculados al ocio, por supuesto.
Porque el gigante chino Wanda vive del confort que es capaz de ofrecer a las personas que se quieren divertir. La diversión y los rascacielos son el modelo de negocio de la compañía.
Foto: Wanda Group