Hace pocos días se dio a conocer la noticia de una marca de supuestos smartphone españoles, Zetta, que presumía de diseñar sus propios teléfonos y competir con Apple bajo marca extremeña y el peculiar logotipo de una bellota mordida.
Os recomendamos la noticia, es una preciosa historia de superación, salvo por el hecho de que parece ser, básicamente, una sarta de mentiras. No es que no vendan teléfonos o que no compitan con Apple –al hacer lo primero están, por definición, haciendo lo segundo–, pero no hay diseño propio, sólo una burda reventa de dispositivos rebrandeados.
Ayer publicaba un elaborado artículo al respecto la web The Geek Hammer, en el que parece sobradamente probado que Zetta, básicamente, está remarcando con la bellota dispositivos de Xiaomi y vendiendo su historia de innovación a quien quiera escucharla.
En SABEMOS ponemos mucho foco en las marcas de diseño realmente español, como BQ, Wolder, Energy Sistem, MyWigo y otras. Ninguna oculta su proceso, los retos a los que se enfrenta o el hecho de que compran piezas o terminales, dependiendo de la empresa, a fabricantes y ensambladores chinos. El problema de Zetta, al parecer, es que coge el esfuerzo de innovación de otra y se lo adjudica.
Una cosa es que empresas españolas compren a los llamados ODM u OEM (‘original design manufacturer’ u ‘original equipment manufacturer’), como pasaba cuando HTC daba sus primeros pasos y fabricaba para empresas como HP o Palm –lo ha vuelto hacer con el Google Pixel–. Otra muy distinta es comprar en un mayorista chino muchos dispositivos de una marca, cambiársela y presumir de innovación tecnológica.
Nos hemos puesto en contacto con Xiaomi para descubrir si se trata de un uso autorizado de sus terminales, en cuyo caso la polémica no sería tal. Pero en estos momentos lo dudamos.
El daño que, de ser todo una trapacería, están haciendo a empresas que realmente se esfuerzan en posicionarse en el lado correcto de la cadena de valor es considerable, y nos preguntamos quién se lo hará pagar.