El nuevo gobierno valenciano ha anunciado su primera subida de impuestos de la legislatura. A pesar de que el incremento de la carga fiscal era algo predecible , la elección del primer impuesto que se subirá es toda una declaración de intenciones del nuevo Consell, tanto por la materia que grava como por la nueva fórmula de cálculo.
El impuesto sobre el patrimonio subirá el próximo 2016 para los residentes en la Comunidad Valenciana. El anuncio se realizó el viernes, en la rueda de prensa habitual tras las reuniones del Consell, y corrió a cargo del propio conseller de Hacienda, Vicent Soler, que acudió junto a la portavoz del gobierno Mónica Oltra.
El cambio pasa por aplicar dos medidas a la fórmula que calcula este impuesto. Primero la Conselleria de Hacienda bajará el listón de su exención fiscal—la administración del PP había librado del pago del impuesto a todo aquel patrimonio por debajo de 700.000 euros, y ahora esto se reduce hasta los 600.000—, por otra parte se crea un tramo especial autonómico del impuesto, que va desde el 0,25% para el extremo más bajo de la escala al 3,2% que pagarán los patrimonios superiores a los 10 millones de euros.
El nuevo tramo autonómico supone un incremento en el pago de un 25% respecto a lo que venía cobrando la hacienda estatal. Aunque este aumento no sacará a Valencia de la ruina económica en la que se encuentra, se calcula que con la modificación el impuesto la subida en la recaudación no alcanzará los 30 millones de euros, sí que desvela las pautas por las que se moverá el nuevo gobierno valenciano: retirar los beneficios que el Partido Popular concedió a las rentas más altas y hacerlas partícipes de las cargas fiscales que va a necesitar una comunidad con una deuda de 40.000 millones. Aunque el conseller no lo mencionó en su comparecencia el actual impuesto de sucesiones valencianos, que exime de pago a toda transmisión de valor que no supere los 100.000 euros—156.000 si quien recibe tiene menos de 21 años— está en el punto de mira de los partidos que gobiernan Valencia incluso antes de llegar al poder. En todo caso Soler descarta un impuesto a las grandes fortunas para el año que viene. “Seguro que un impuesto de grandes fortunas suena muy bien, o tal vez muy mal si eres tú quien tiene una gran fortuna, pero lo importante de verdad es el aumento progresivo del gravamen” declaró entre risas Soler.
La subida pues forma parte de la política de gestos del Consell, no sólo se pretende que se note que el gobierno grava a las rentas más altas, tal y como se espera de una coalición progresista, sino que se considera que mantener una presión fiscal baja debilita al gobierno valenciano en sus intentos de pedir al gobierno nacional que reconozca la deuda histórica con la Comunidad Valenciana y así no devolver los créditos pedidos al Fondo de Liquidez Autonómica. Una comunidad repleta de exenciones fiscales no tiene autoridad moral para decir que le falta dinero, al menos en opinión del bipartito valenciano. Otra medida en este sentido ha sido la de rebajar la cantidad que se espera ingresar por tasas autonómicas, que ha pasado de 484 millones de euros en el ejercicio 2014 a 228 millones. Según ha resaltado el conseller Soler esta rebaja no responde a un descenso en los precios—de hecho el Consell ha creado tres tasas nuevas, ha subido algunos precios y se prevé que se van a recaudar casi dos millones de euros más que el año pasado—sino a la necesidad de ser, en sus propias palabras, “realistas” con los ingresos que se van a conseguir y de, nuevo en su opinión, no repetir errores de gobiernos anteriores.
Eliminación de copagos para colectivos especiales
Dentro de la política de gestos anteriormente mencionada el Consell ha anunciado junto a la subida del impuesto de patrimonio la eliminación de varios copagos sanitarios y sociales. Concretamente los mayores se benefician de la eliminación del copago en residencias de atención diurna, se excluyen las pagas extraordinarias a la hora de computar el nivel de renta de los usuarios de residencias y se les aumenta el llamado “dinero de bolsillo” (la parte de la pensión que los usuarios retienen para sus gastos). Las personas con diversidad funcional reciben todos estos beneficios y además serán declarados exentos de los copagos sanitarios y ortopédicos. Las familias numerosas amplia sus beneficios fiscales (con bonificaciones que van del 50% a la exención total), así como las víctimas de la violencia machista que también estarán exentas. También se han anunciado la ampliación de las ayudas a los conductores profesionales, que se seguirán beneficiando el año que viene de una devolución de 48 euros por cada 1.000 litros de combustible consumido.