Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Oviedo da la razón a la compañía embotelladora de sidra El Gaitero en su causa contra el Principado de Asturias, que había exigido a la bodega que redujese en sus etiquetas el tamaño del nombre del municipio en el que se fabrica.
Cuando un globo se hincha mucho, se corre el riesgo de que explote por exceso de cantidad de aire. Al Principado de Asturias se le fue la mano cuando sancionó al grupo embotellador de El Gaitero, cuya sidra es “famosa en el mundo entero”, por llevar demasiado grande en la etiqueta el nombre del municipio en el que se produce.
En aplicación de la normativa europea sobre etiquetado de productos, el Ejecutivo regional impuso una multa de 3.500 euros y el decomiso y destrucción de sus botellas, según el auto judicial que exonera a la compañía. Se ve que el gusto por el “laissez faire, laissez passer” varía entre autonomías, y que en Asturias está menos de moda que en Madrid, por ejemplo.
El Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Oviedo establece que las etiquetas pueden incluir el nombre de Villaviciosa, ya que esta circunstancia no induce a error en el consumidor, con lo que desestima la consideración de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado, que multó a la productora de El Gaitero porque aseguraba que las manzanas utilizadas para la elaboración de la bebida no proceden del municipio, de acuerdo con informaciones de medios locales.
En contra de esta afirmación, tanto la empresa como las principales voces políticas de Villaviciosa habían defendido que la sidra se envasa en este concejo, lo que da derecho a la compañía a llevar su nombre en las botellas que van a diversos rincones del mundo, desde Florida a Malasia, según el informe corporativo del grupo.
La Justicia ha acabado por reconocer este extremo y, así, se ha pinchado el globo del exceso de celo en el caso de El Gaitero.
Foto: Flickr – Nacho Gonmi