‘Horizon Chase’: Hasta el infinito y más allá

Un guiño a los clásicos títulos de conducción por entornos ochenteramente paradisiacos.

Extraer billetes de la nostalgia es una tarea compleja. Siempre tiene algo de desenterrar cadáveres y, lo peor: si no se hace con tino, se convierte en una expoliación mecánica y sin interés. Resumir y potenciar el espíritu de una época aportando algo nuevo y relevante para el tiempo en el que se produce la nueva versión es una tarea peliaguda, y por eso abundan tanto las secuelas repetitivas y los remakes sin más: no hace falta ningún talento para producirlos.

No es el caso de Horizon Chase, un arcade de carreras que sale ahora en Android, un par de semanas después de su triunfal lanzamiento en iOS (y que en un futuro se espera que llegue a Playstation 4): este título de los brasileños Aquiris Game Studio es un guiño a los clásicos títulos de conducción por entornos ochenteramente paradisiacos. Palmeras, desiertos atravesados por una carretera interminable, atardeceres de ensueño… y, por supuesto, un cochazo obscenamente lujoso en primer plano, quizás una ciudad semi-futurista al fondo y un horizonte que nunca se acaba. El apropiadísimo título del juego es un guiño a esa época ingenua y decididamente clausurada de los videojuegos, donde a base de mecánicas sencillas e infinitas se evocaban conceptos abstractos y algo ensimismados consigo mismos.

Lo interesante de Horizon Chase es, por supuesto, que aunque funciona perfectamente como artefacto nostálgico, es muy consistente como juego de carreras: evoca la estética de Out Run o Top Gear (de hecho, el responsable de la banda sonora de éste, Barry Leitch, se ha encargado de la música de Horizon Chase), pero también replica su mecánica. Por supuesto, sin ahondar en los matices de las ultimas encarnaciones de Out Run, quizás los mejores juegos de conducción puramente arcade de la historia, pero sí exigiendo al jugador cierta habilidad a la hora de pisar el acelerador (ya que aquí no tenemos freno o cambio de marchas). El resultado no es tan delirante y profundo como la mecánica basada en derrapes de otros juegos recientes, pero para un control táctil como el de Horizon Chase es más que suficiente (habría sido contraproducente complicarlo, de hecho). La profundidad de la propuesta se redondea con un leve componente estratégico muy interesante: la cantidad de circuitos es absolutamente ingente, y para superar cada uno (para triunfar en cada uno a lo grande, que si no no se avanza) habrá que ir escogiendo coches con mejor velocidad, mejor consumo (sí, la gasolina es una variable importantísima) o mejor agarre en las curvas.

Aunque las reacciones del coche a los choques con los obstáculos y con otros vehículos son limitadas y acaban dando cierto deje repetitivo a los circuitos, Horizon Chase acaba llevando sin problemas al jugador a esa zona donde se juega de forma intuitiva y sin pensar, casi en trance. Como en los viejos tiempos. Posiblemente sea eso, por encima de la estética o del concepto, lo que realmente transportará al jugador a otra época: la nostalgia, más que una cuestión de imagen, es una cuestión de espíritu.

ficha

Horizon Chase
Aquiris Game Studio
Android
2015

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