Japón desentierra la katana después de 70 años de «pacifismo»

Marines de la Fuerza Marítima de Autodefensa, una de las fuerzas militares permitidas por el Artículo 9

“Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales. Con el objeto de llevar a cabo el deseo expresado en el párrafo precedente, no se mantendrán en lo sucesivo fuerzas de tierra, mar o aire como tampoco otro potencial bélico. El derecho de beligerancia del Estado no será reconocido”.

Éste es el texto del artículo 9 de la Constitución japonesa, la famosa «cláusula pacifista» introducida en 1945 por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial durante el proceso de «refundación» del Imperio del Sol Naciente.

Pues bien, la cláusula acaba de ser invalidada por la Cámara Baja del Parlamento nipón a instancias del partido gubernamental y con la abierta oposición del resto del país. Concretamente, la comisión de seguridad de la Cámara de Representantes (o Dieta) del Parlamento aprobó este jueves, después de 116 horas de intensos debates, una nueva ley de seguridad nacional que prevé la posibilidad de utilizar a las fuerzas armas del país en operaciones bélicas en el extranjero.

La iniciativa está patrocinada por el Partido Liberal Demócrata (PLD), del primer ministro Shinzo Abe, y por sus socios de coalición, los budistas de Nuevo Komeito, con el propósito expreso de contener la constante amenaza de China y Corea del Norte. El proyecto aún deberá pasar en un plazo de 60 días por la Cámara de los Consejeros (la Cámara Alta), donde cuenta con muchas posibilidades de salir adelante gracias a la amplia mayoría con que cuenta el bloque gubernamental, y se espera que regrese a la Dieta para su definitiva aprobación en la sesión plenaria del 27 de septiembre.

Manifestación contra la reforma militar de Abe

 

El conjunto de los partidos de la oposición (el Partido Democrático de Japón, el Partido para la Innovación de Japón, el Partido Comunista y otras dos formaciones menores) se opone abiertamente a la propuesta, hasta el extremo de abandonar masivamente la sala antes de comenzar la votación.

El líder de la oposición, Katsuya Okada, declaró este jueves (citado por la agencia Efe) que la aprobación del nuevo paquete legislativo supone “una mancha en la democracia” japonesa y recordó que “el 80 por ciento de los ciudadanos estima que son insuficientes las explicaciones que se les han dado, mientras la mitad del país considera la reforma inconstitucional”. El primer ministro afirmó tras la votación que la situación de seguridad en torno a Japón se está volviendo “cada vez más difícil” y que “esta ley es necesaria para defender a los ciudadanos japoneses y evitar una guerra antes de que se produzca”.

Shinzo Abe

Desde su llegada al poder a finales de 2012 (de hecho, su regreso, ya que había ejercido el cargo entre septiembre de 2006 y septiembre de 2007), Shinzo Abe, vástago de una larga familia de políticas y conocido negacionista de los crímenes cometidos por el Imperio del Sol Naciente durante la Segunda Guerra Mundial, ha hecho del reforzamiento militar de su país una de sus banderas.

En julio de 2014, su Gobierno aprobó una modificación de la Constitución que permitía reinterpretar el artículo 9 de forma que se pudiera ayudar militarmente a los aliados de Japón en caso de ataque, en virtud del llamado “derecho de autodefensa colectiva”, siempre con el visto bueno del Parlamento. Este concepto de autodefensa colectiva, contemplado en el Derecho Internacional, permitiría también la asistencia y la participación de Japón en operaciones de seguridad de Naciones Unidas.

 

 

Shinzo Abe 

 

En esta línea, el pasado mes de febrero, después de que el Estado Islámico decapitase públicamente en Siria al periodista japonés Kenji Goto, Abe propuso una reforma del marco legal de manera que los militares japoneses puedan actuar en el rescate de ciudadanos del país que se encuentren en peligro en el extranjero. Otro periodista japonés, Jumpei Yasuda, de 41 años, se encuentra en paradero desconocido desde el pasado 23 de junio después de haber entrado en Siria procedente de Turquía, según ha informado el ministro nipón de Exteriores, Fumio Kishida.

El resultado de esta iniciativa es el actual paquete de reformas, que supondría, de salir definitivamente adelante, una clara ruptura con los valores y los sentimientos comunes de muchos japoneses, que aún recuerdan cómo Nobosuke Kishi, abuelo del actual primer ministro, se vio obligado a dimitir de la jefatura del Gobierno en 1960 precisamente por haber conseguido aprobar, con el mismo procedimiento de urgencia, el nuevo pacto de seguridad entre Japón y Estados Unidos.

Miles de personas se han manifestado en las calles de Tokio (100.000 según la oposición) para protestar contra la nueva reforma y todo apunta a que la insistencia de Abe en incrementar el prestigio de su país en el extranjero asignando un nuevo papel a las Fuerzas de Autodefensa (eufemismo para referirse al, en términos constitucionales, inexistente Ejército japonés) sirva para aglutinar a todas las fuerzas políticas, pacifistas, antinacionalistas y antinucleares contrarias a su política.

Según una encuesta reciente de la cadena Nippon TV (citada por el diario El País), el 60 por ciento de los japoneses se opone a la propuesta y solo el 25 por ciento la apoya. La misma encuesta revela que el 41 por ciento de los nipones desaprueba la gestión de Abe como primer ministro, frente a un 39 por ciento que la apoya, lo que supone su mayor caída en popularidad desde que accedió al cargo, a finales de 2012.

Hayao Miyazaki: Shinzo Abe es «estúpido»

Entre las personalidades opuestas abiertamente a la ley se encuentra el celebérrimo director  de animación Hayao Miyazaki, quien no ha dudado en calificar de “estúpido” a Shinzo Abe. “Al contrario que él, pienso que es imposible detener la expansión de China mediante la fuerza militar”, ha advertido. “Japón cuenta con una Constitución pacifista que le permite buscar otro tipo de soluciones”, ha añadido el autor de obras maestras como Ponyo en el Acantilado, El Castillo ambulante, El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke.

 

 

Hayao Miyazaki

 

Imágenes: Efe, http://blogs.indiewire.com/ http://www.nipponnews.net/ http://www.navy.mil/

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