El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha reconocido que los Gobiernos de España, Irlanda y Portugal se opusieron a la posibilidad de una quita a Grecia “justo antes de las elecciones” en estos tres países.
En una entrevista publicada por el diario belga Le Soir, recogida por El Mundo, Juncker ha afirmado que estos tres países querían evitar una reunión en la que se tratara una reducción de la deuda griega en octubre «porque tenían elecciones».
«Yo dije hace varios meses a Alexis Tsipras que trataríamos la insostenibilidad de la deuda griega, desde el mismo instante en el que aprobasen los principales puntos del acuerdo. Con las primeras evaluaciones del Consejo Europeo, dando el visto bueno a las reformas, estableceríamos una reunión en octubre con la que Tsipras pudiera trasladar a su pueblo tranquilidad. Pero esta fecha fue finalmente rechazada por Irlanda, Portugal y España, porque era justo antes de las elecciones», ha explicado Juncker.
A juicio de Juncker, «se ha evitado lo peor» con el acuerdo logrado con Grecia para evitar su bancarrota y su salida del euro, aunque ha reconocido que dicho pacto se logró gracias al «miedo».
El Parlamento griego aprueba un nuevo paquete de reformas
El Parlamento de Grecia ha aprobado en la madrugada de este jueves un segundo paquete de reformas necesario para garantizar avances en las conversaciones sobre el tercer rescate pactado la semana pasada entre Atenas y los acreedores internacionales.
Según las informaciones facilitadas por el diario griego ‘Kathimerini’, citadas por la agencia Europa Press, la votación se ha saldado con 230 votos a favor, 63 votos en contra, cinco abstenciones y la ausencia de dos de los parlamentarios.
«Las fuerzas conservadoras de Europa siguen insistiendo en sacar a Grecia del euro. Elegimos un compromiso que nos fuerza a aplicar un programa en el que no creemos y lo vamos a aplicar, porque las opciones que tenemos son duras», ha dicho el primer ministro, Alexis Tsipras.
Así, se ha comprometido a impedir que los bancos se hagan con las primeras residencias de los griegos. «No habrá ventas judiciales de viviendas primarias», ha recalcado, tal y como ha recogido el citado diario.
Tsipras ha conseguido un mayor respaldo por parte de los parlamentarios de su partido, SYRIZA, después de que 36 de ellos rechazaran el paquete, una cifra ligeramente inferior de los 39 que dijeron ‘no’ al primer bloque de reformas.
El exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, que votó en contra la semana pasada, ha dado su respaldo al nuevo paquete, si bien ha publicado un comunicado para aclarar que sólo lo ha hecho para dar más tiempo al Gobierno, recalcando que el acuerdo con los prestamistas está destinado a fracasar.
Las nuevas medidas implican la incorporación a la legislación griega de las normas de la UE sobre apoyo a bancos, aprobadas tras la crisis económica de 2008 y con las que se quiere proteger a los contribuyentes en caso de rescate a entidades en problemas. Los cambios señalan a los accionistas y a los acreedores de estos bancos como responsables primarios de las pérdidas.