La (R)evolución hotelera

El turismo se re-inventa

En 1859 Charles Darwin presentaba su obra El Origen de las Especies . En ella ofrecía un novedoso punto de vista y una completa teoría sobre la evolución de las especies a través de un mecanismo al que denominó selección natural. Esta selección natural ha sido malinterpretada en numerosas ocasiones como la supervivencia del más fuerte, cuando en realidad, el legado de Darwin se refiere a la supervivencia del más adaptado a su entorno. Este concepto podría aplicarse sin problemas al panorama hotelero actual en el que la única opción para la supervivencia es la adaptación de los hoteles a los nuevos tiempos o la desaparición.

Mucho se está hablando del daño que están haciendo a nuestros hoteleros patrios servicios como los que ofrecen Airbnb o Homeaway, sin embargo, si analizamos los números del sector, las estadísticas no están de su parte. Según la encuesta de ocupación hotelera del Instituto Nacional de Estadística, las cifras preliminares del grado de ocupación por plazas hoteleras en 2014 son del 54,78%. Esta misma cifra en 2013 fue del 53,02% y, si nos remontamos a 2005, nos encontramos con unos porcentajes del 54,24%.

Son todas cifras muy similares, sin embargo es un hecho que los nuevos modelos de alquiler de apartamentos privados en cualquier parte del mundo y en un par de clicks del ratón de nuestro ordenador, puede hacer que estas cifras de ocupación hotelera no solo no crezcan, sino que mengüen. Y mucho. Esto que parece tan baladí y un problema exclusivo de los hoteleros, no lo es tanto si pensamos que, en 2014, los hoteles españoles empleaban a 184.189 personas. Personas que pasarían a engordar aun más las cifras del paro. Como si el porcentaje de desempleados lo necesitase.

Sin cruzarse de brazos

Por supuesto la solución no puede pasar por confiar en la buena voluntad del viajero, ya sea nacional o internacional, que consciente de lo importante que es mantener los buenos resultados del sector turístico español, va a preferir pagar más por los servicios de un hotel que por un apartamento que, en numerosas ocasiones, se consigue en calidad de intercambio. Un tú a Boston, yo a Barcelona de manual.

No, los hoteleros no pueden cruzarse de brazos y esperar lo mejor, porque lo mejor no suele pasar si no hacemos nada por conseguirlo. Por ello, están surgiendo nuevas propuestas de alojamiento que pasan por la diversificación y especialización de la oferta hotelera. Estudiar el mercado para saber qué necesita y ofrecérselo centrándose en un nicho específico es una de las opciones que estudian desde este sector para evitar una crisis completa del mismo.

Ofrecer hoteles sólo para adultos es la apuesta de cadenas hoteleras como Iberostar o Barceló. Un remanso de paz para aquellas familias sin hijos que no quieren tampoco pasar sus vacaciones con los hijos de otros. A priori parece un nicho de mercado con un gran potencial. Las familias también están cambiando su estructura y cada vez es mayor el número de parejas que deciden no tener hijos. Según cifras del Instituto de Política Familiar (IPF), el 22% de los hogares españoles está formado por parejas sin hijos, y el 24% por personas que viven solas y posiblemente, a la hora de elegir sus vacaciones o escapadas, se decanten por hoteles donde poder seguir disfrutando del estilo de vida que han elegido.

¿Unirse al enemigo?

Cadenas hoteleras como Room Mate han optado por presentar batalla en el frente de los apartamentos de alquiler, pero con un valor añadido: apartamentos con algunos servicios hoteleros, como recepción las 24 horas, consigna de maletas y entrega y recogida de llaves. Los usuarios también pueden añadir servicios como traslados al aeropuerto, compra de entradas o limpieza diaria. Las viviendas seleccionadas deben cumplir ciertos requisitos, entre ellos, contar con una ubicación céntrica y un diseño atractivo. La marca ha sido lanzada bajo el nombre BeMate y cuenta ya con apartamentos en ciudades como Barcelona, Nueva York, Salamanca o Miami.

La opción del lujo asequible es otra de las fórmulas que hoteleros de todo el mundo están llevando a la práctica en sus establecimientos. Cadenas como Citizen M o la ya mencionada Room Mate Hotels, y hoteles como el Daniel Hotel en Viena, son algunas de las empresas que quieren ofrecer a sus clientes las ventajas de un hotel céntrico, de diseño atractivo y a precios asequibles, prescindiendo de servicios poco o nada utilizados para conseguirlo y ofreciendo a cambio otros como WiFi gratuito, que son apreciados por viajeros tanto por ocio como por negocios.

En términos de especialización, mucho hay que decir de los hoteles temáticos y no, no son nada novedoso. Las Vegas ha estado explotando este modelo durante décadas y con muy buenos resultados por lo que se desprende del 86.8% de ocupación media anual de sus hoteles durante el pasado 2014. ¿Por qué triunfa esta opción? Fácil. Si soy trekkie, prefiero alojarme en un hotel inspirado en Star Trek que en un anodino hotel de ciudad, y si lo que me va es el automovilismo y tengo que ir a Alemania, intentaré alojarme en el V8 Hotel para poder dormir en una cama en forma de coche. Existen hoteles para todos los gustos, para geeks de la tecnología con Ipads y conexión WiFi gratuita en todo el hotel, hoteles para los amantes de la literatura, del cine, la música, etc. Monitorizar qué series, libros o aficiones destacan en el mercado global es una forma de conocer qué quiere el consumidor. Ofrecérselo en forma de hotel temático, es una forma de adaptación que conseguirá que un negocio no se hunda.

El apoyo de la Administración

Es necesario que en esta adaptación de los hoteles al nuevo entorno económico cuente con el apoyo de unas administraciones públicas cuya labor se ha de centrar en la realización de estudios destinados a conocer los gustos y preferencias de los consumidores y proponer planes de financiación pública-privada para poder llevar a cabo los cambios necesarios en el sector. España es un país cuya balanza de pagos se equilibra gracias al sector servicios y los servicios hoteleros son parte muy importante del mismo. En 2014, España ingresó 49.068 millones de euros gracias al turismo, si descontamos los pagos por valor de 13.666 millones de euros, la contribución del turismo a la economía española es de 35.402 millones de euros.

Proyectos como Nosolocamas, presentado hace unos años entre ASHOTEL, el Consorcio de Rehabilitación del Puerto de la Cruz y Turismo de Tenerife, son un ejemplo a seguir por otros destinos nacionales. Esta iniciativa nació con la intención de identificar oportunidades para la generación de nuevos modelos de negocio hotelero, viables y sostenibles para los empresarios. Se trata de un proyecto para la mejora y adaptación del Puerto de la Cruz como destino turístico enfocado a los nuevos tipos de viajeros, con propuestas de renovación, financiación y reposicionamiento de los establecimientos participantes.

La próxima vez que un hotelero proteste, recordémosle que la teoría de Charles Darwin sigue estando muy vigente en nuestros días y que su única vía de supervivencia es la adaptación a un entorno cada vez más cambiante.

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