Según Movistar, la RAE y Groucho Marx avalan la legalidad de su subida de tarifas

Las partes contratantes

Las tarifas de Movistar Fusión serán «precios finales y para siempre» . Así lo anunció Telefónica en septiembre de 2012, en el comunicado de presentación de estos servicios paquetizados de telecomunicaciones fijas y móviles. Y «para siempre» era también la expresión que acompañaba a cada tarifa en sus distintas campañas publicitarias hasta hace unos meses.

Para el común de los mortales de habla castellana, «para siempre» significaba que Movistar no subiría nunca las tarifas, pero tras aplicar un incremento de 5 euros mensuales en todas ellas, la compañía ha comenzado a defenderse de las masivas críticas y denuncias por publicidad engañosa e incumplimientos de contratos tirando de… ¡etimología!. Y no sé si lo que vas a leer a continuación se merece un LOL o un WTF, pero hay que reconocer que en su Departamento de Innovación en Fraudes se lo han currado.

«La acepción etimológica del término ‘Para Siempre’ significa ‘por todo tiempo o por tiempo indefinido’ e indefinido supone ‘que no tiene término señalado o conocido’, en contraposición a las ofertas promocionadas con un término de vigencia reducido en el tiempo». Ésta es la primera respuesta a la reclamación de un usuario que ha recibido FACUA. La firma Esteban Cofrades en calidad de director de Reclamaciones de Movistar, ya que hacerlo también como director de Facturación (su otro cargo) puede hacer pensar a las mentes más perversas que su objetivo principal es defender los intereses económicos de la compañía y no el de garantizar el cumplimiento de la legislación vigente.

La contestación de Movistar parece sacada del guión de una película de los Hermanos Marx («La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte», decía Groucho al leer un contrato en Una noche en la ópera). Pero por mucho que quiera abrazar al diccionario de la RAE y comérselo a besos, la empresa olvida que en España, la ley considera publicidad engañosa a la que «induzca o pueda inducir a error a los destinatarios».

Así que ya sabes, si tu pareja te ofreció amor «para siempre» y se le rompe de tanto usarlo (o de hacerlo tan poco), recuerda que los de Movistar la apoyan (así puedes canalizar tu cabreo hacia ellos) y que en las relaciones de pareja no pueden imponerse contratos de permanencia. Además, igual tú tienes algo de culpa por no saber que el único amor con garantía de durar «perpetuamente o por tiempo sin fin» es el que se promete de forma más cursi, con un «por siempre», como hicieron Romeo y Julieta, el príncipe y la bella durmiente y hay quien dice que también Epi y Blas.

Pero si la respuesta de Movistar es para echarse a reir, la de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es para dar un puñetazo a una puerta (giratoria, claro). Aunque la ley prohíba engañar a la gente, Competencia considera que, como casi todas las compañías lo hacen, lo mejor es no multar a ninguna. Lo mejor para ellas, claro. Además, el organismo entiende que el engaño de Movistar no ha afectado a la competencia. Al fin y al cabo, con Fusión sólo captó 3,7 millones de clientes.

En cualquier caso, siempre puedes tirar de expresiones cuyo significado nadie puede poner en duda y replicar a Movistar algo así como «qué etimología ni qué ocho cuartos» poniéndole una denuncia: para reclamar que te mantenga la tarifa tal y como estaba antes de la subida y te devuelva lo cobrado de más o porque te das de baja y quieres que te pague a ti la penalización por incumplir ella el contrato de permanencia. Y que la fuerza te acompañe… para siempre.

Imagen | Youtube

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