La multinacional de telecomunicaciones española ha elegido a PwC como auditora de sus cuentas para los próximos 3 años. De esta forma Telefónica cumple con la nueva Ley de Auditoría, que obliga a las firmas cotizadas a cambiar la controladora de sus balances cada 10 años, como máximo.
La Ley de Auditoría le había puesto fecha de caducidad a la labor de EY -anteriormente conocida como Ernst & Young- en Telefónica, puesto que en el presente ejercicio se cumplían 10 años de labor inspeccionadora por parte de la misma compañía. Ha sido finalmente PwC la elegida entre las otras tres firmas de las Big 4, selecto club en el que también se encuentran Deloitte y KPMG.
Tal y como ha comunicado Telefónica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), PwC será la encargada de estampar su sello de conformidad en sus cuentas en los años 2017, 2018 y 2019.
El contrato, que alcanza hasta 2019, puede ser prorrogado hasta 2027
Pese a lo cerrado de esta horquilla, la ley prevé que los contratos de auditoría se puedan prorrogar en varias ocasiones, hasta alcanzar los 10 años. Por lo tanto, si la multinacional de telecomunicaciones está conforme con la tarea desmpeñada por PwC podría extender su relación hasta 2027.
Se trata de un convenio suculento para la auditora, ya que Telefónica ha pagado en los últimos ejercicios unos 20 millones de euros anualmente a EY por homologar sus cuentas. El cálculo obvio indica que PwC se va a embolsar 60 millones con este contrato, que se podrían ampliar hasta los 200 millones si obtiene todas las prórrogas.
No obstante, PwC no va a ser la única que salga ganando -y perdiendo- con el nuevo marco regulatorio. En la vida siempre hay alegrías y penas.
Una ley que afecta a todos
De hecho, PwC va a perder en los próximos años algunas cuentas que tenía desde hace mucho tiempo. La auditora llevaba supervisando los balances de Banco Sabadell y Banco Popular desde hace más de 30 años, los contratos más longevos del Ibex 35, así que tiene mucho que lamentar, aunque su impacto puede tardar en notarse.
PwC se va a embolsar 60 millones con este contrato, que se podrían ampliar hasta los 200 millones si obtiene todas las prórrogas
Esto es así porque la aplicación de la norma es tremendamente asimétrica, como ya explicamos en SABEMOS: las firmas que lleven más de 20 años auditando a una compañía podrán continuar con su trabajo hasta 2020, mientras que las que lleven entre 10 y 20 años podrán estar hasta 2023 y las que lleven menos de 10 años deberán cambiar en cuanto se cumpla la década estipulada por la ley. Ese fue el caso de EY en Telefónica.
Además de Banco Sabadell y Banco Popular, PwC tendrá que decir adiós a Técnicas Reunidas (25 años) y Gas Natural (24 años).
Por su parte, la gran afectada por la salida de Telefónica, EY, también tendrá que despedirse de Sacyr, constructora a la que lleva 12 años auditando.